El nuevo calendario de vacunación infantil mejora la protección frente a la meningitis y al virus del papiloma humano Incluye la inmunización tetravalente a los 13 años para los serogrupos A, C, W e Y, con un rescate a las cohortes menores de 18 en 2020 La defensa frente al VPH se adelanta a los 10 años para mejorar su eficacia y las coberturas
El nuevo calendario de vacunación infantil de Asturias, que ha entrado en vigor este mes, incluye como principales novedades la mejora en la inmunización ante la meningitis, al ampliar la protección a cuatro serogrupos (A, C, W, Y), y contra el virus del papiloma humano (VPH), dado que la primera dosis se adelanta de los 13 a los 10 años.
Para mejorar la protección frente a la meningitis, se cambia la actual dosis, que previene la infección por el meningococo C y se administra a los 13 años, por una vacuna tetravalente que protege frente a cuatro serogrupos: los meningococos A, C, W e Y. Esta inmunización se extenderá a todos los adolescentes que cumplan 13 años en 2019 y se revacunará a los que ya han recibido la dosis de meningococo C prevista en el calendario anterior.
Estos cambios responden al aumento de casos de enfermedad meningocócica invasora producidos por los serogrupos W e Y en las últimas temporadas, lo que ha llevado al acuerdo del Sistema Nacional de Salud de incluir la vacuna frente a estos grupos en los calendarios de todas las comunidades.
Además, en el primer semestre de 2020 se llevará a cabo una inmunización de rescate con esta vacuna tetravalente en adolescentes hasta los 18 años para reducir la transmisión de la enfermedad y conseguir una protección más global. Esto supondrá la vacunación de cerca de 31.000 adolescentes que cumplen entre 15 y 18 años el próximo ejercicio. El coste extra de este cambio, tanto en las dosis como en la campaña, ronda el millón de euros.
Vacuna frente al virus del papiloma humano El adelanto a los 10 años de la vacunación frente al virus del papiloma humano para todas las niñas se debe a que, en esta edad, la respuesta a la dosis es más intensa. También se prevé mejorar su alcance al realizarse más lejos del final de la edad pediátrica, cuando las coberturas decaen un poco.
Asimismo, se espera mejorar la protección, ya que estas vacunas consiguen mayor potencial preventivo antes del inicio de las relaciones sexuales, dado que la probabilidad de infección es más alta en los primeros contactos con una nueva pareja. Los últimos estudios nacionales muestran que una proporción pequeña pero significativa de adolescentes ya se ha iniciado en las relaciones sexuales a los 13 años.
Una vacuna segura
También se prevé que el adelanto de la edad de vacunación reduzca la posibilidad de un síncope, que es el principal efecto adverso descrito por la literatura científica. Sobre esto, el Global Advisory Committee on Vaccine Safety (GACVS), comité asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura, tras el examen de gran cantidad de estudios e informes de alta calidad metodológica, que la vacunación frente al virus del papiloma humano es extraordinariamente segura.
El GACVS admite que los únicos efectos adversos relevantes son la anafilaxia y el síncope. La primera, con una incidencia de que se estima en 1,7 casos por millón de dosis. Si se tiene la precaución de evitar una posible caída al suelo, el desmayo se supera rápidamente y sin ninguna secuela.
Para realizar este cambio y garantizar la protección de todas las niñas, se mantendrá la vacunación a los 13 años hasta que aquellas que comiencen a ser inmunizadas a los 10 lleguen a esa edad. Esta modificación supondrá un aumento de los costes de adquisición de las vacunas de unos 100.000 euros de 2019 a 2022, y de 200.000 de 2020 a 2021, ya que durante esos periodos se mantendrá una vacunación doble: a los 10 y los 13 años.
Junto con estos cambios, el calendario infantil ha actualizado algunas indicaciones para la vacunación frente al virus del papiloma humano en personas de mayor riesgo, como hombres que tienen sexo con hombres, personas que ejercen la prostitución, infectadas con VIH, trasplantadas o inmunosuprimidas, fundamentalmente.