- La experiencia piloto se llevará a cabo este año en colaboración con los ayuntamientos de Villaviciosa y Soto del Barco
- El 14% de los residuos retirados en las playas son filtros de cigarrillos, que no son biodegradables y tardan hasta 10 años en descomponerse
La Consejería de Sanidad pondrá en marcha la próxima temporada estival el programa Playas sin humo, con los objetivos de promover una vida libre de tabaco, prevenir el consumo y fomentar el respeto a las personas y al medio ambiente. La iniciativa se desarrollará este año como experiencia piloto en los arenales de Misiego, Miami y El Puntal, en Villaviciosa, y Los Quebrantos, en Soto del Barco, con la intención de extenderlo posteriormente a otros concejos y constituir una red autonómica de playas sin humo.
Esta propuesta educativa y de concienciación social para promocionar estilos de vida saludables se desarrolla en colaboración con los dos ayuntamientos.
En los cuatro arenales calificados como Playas sin humo se promoverá que no se fume en toda la zona o en áreas señalizadas, a excepción de los espacios al aire libre de los locales de hostelería. La medida pretende, además, proteger del humo del tabaco a niños y adolescentes, dado que la exposición es nociva durante todas las etapas de la vida y especialmente en las edades más tempranas. Esta propuesta fomenta también el respeto al medio ambiente, puesto que los filtros de los cigarrillos no son biodegradables y pueden tardar hasta 10 años en descomponerse.
Los filtros están diseñados para acumular los componentes del tabaco, incluidas las sustancias químicas más peligrosas, que son liberadas en contacto con el agua y llegan a ríos y mares. Se ha estimado que una colilla provoca la contaminación de ocho litros de agua. Además, al arrojarlas en las playas, pueden ser ingeridas por especies marinas o acabar en manos de niños. Algunas de las sustancias nocivas que se han hallado en las colillas son pesticidas, que provocan un potencial efecto tóxico sobre el medio y pueden acumularse en la cadena alimentaria.
También se han detectado otras como el etilfenol, la nicotina, el mentol, metales o alquitrán y carcinógenos, entre otras. Esta situación supone una seria amenaza para el medio ambiente, ya que en España se fuman unos 89 millones de cigarrillos al día, lo que supone 32.455 millones de filtros desechados anualmente, según un informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. Están hechos de acetato de celulosa, una sustancia no biodegradable que se disgrega en pequeñas piezas, pero cuyo material fuente nunca desaparece.
En las playas, el 14% de residuos retirados son filtros de cigarrillos. La campaña persigue sensibilizar a la población infantil y juvenil ante el tabaquismo, que es la primera causa de morbilidad y mortalidad evitable, e informar sobre los efectos nocivos del humo.