La organización ecologista y pacifista ve un peligro para la defensa del medio ambiente y la democracia la presencia de bulos y noticias falsas en internet
Greenpeace ha analizado el origen y principales temáticas de los bulos propagados por a través de WhatsApp a lo largo de la campaña electoral
Greenpeace ha instalado un contenedor-denuncia en la Gran Vía de Madrid para advertir a la ciudadanía del peligro que suponen los bulos en internet para la calidad democrática, especialmente en el contexto electoral.
El contenedor, de seis metros de largo por tres de alto y dos y medio de ancho, ha sido instalado en la acera de la confluencia de la Gran Vía madrileña y la calle Alcalá, frente al edificio Metrópoli y en él se puede leer el mensaje “Vota con conciencia, de lo contrario, cualquier bulo de internet podría alterar lo que piensas”, aunque para leer este mensaje hay que mirar el contenedor en diagonal, de lo contrario, solo se lee el mensaje “vota lo contrario de lo que piensas”. El objetivo de la acción es invitar a reflexionar sobre el fenómeno de los bulos en internet y sobre la necesidad de mirar todos los mensajes con espíritu crítico. El mensaje ha sido pintado por el colectivo artístico Unlogic Crew y permanecerá en la calle hasta el próximo domingo 26.
“El auge de la desinformación que circula por las redes sociales supone una dificultad añadida a la hora de defender el medio ambiente, la democracia y la paz, ya que confunden a gran parte de la población, limitando su capacidad de decidir libremente el sentido del voto, en base a una información veraz, y no a mensajes falsos”, ha declarado Javier Raboso, responsable del programa de Greenpeace de Democracia.
Investigación de desinformación en WhatsApp.
En los últimos meses, Greenpeace ha realizado una investigación para conocer qué bulos circulan por WhatsApp durante la campaña electoral, dónde ponen el foco y cuál es el origen de los mismos cuyos resultados ha publicado en su web. Como WhatsApp no es una red pública, Greenpeace realizó un rastreo de diferentes listas de difusión y habilitó un número de WhatsApp para la recepción de contenido dudoso Todos los mensajes recibidos se ha clasificado en función de temáticas: partidos políticos, nacionalismos, xenofobia, género, islamofobia, ONG y el sistema electoral..
Sobre el origen de la desinformación, de la investigación se desprende que más del 30% de los mensajes analizados no tienen una fuente conocida.. Son pantallazos de conversaciones, memes o imágenes que no redireccionan a ninguna web. Comprobar quién ha creado esos contenidos es casi imposible. El resto de noticias proceden mayoritariamente de plataformas o webs cuya deontología periodística ha sido cuestionada. En total, ha contabilizado casi medio centenar de portales o webs que generan este tipo de informaciones.
La preocupación de la organización por este tema radica en que para el 95,1 % de la población española la mensajería instantánea es el canal preferido para comunicarse, lo que ha transformado WhatstApp en un “medio de comunicación” muy eficaz para viralizar la desinformación. WhatsApp llega a más gente que las redes sociales pero, a diferencia de estas, no permite apenas control ni réplica. Además, ha sido una herramienta que ha contribuido notablemente a lograr victorias electorales como la de Bolsonaro en Brasil, cuyas políticas ponen nuestras vidas y el planeta al servicio de los mismos intereses que nos han llevado a la crisis ambiental y social que actualmente recorre el planeta.
Además, España es el país europeo donde más se cree en los bulos. Un 86% de la población no es capaz de distinguir una información verdadera de una falsa, a pesar de que el 60% de la población española cree lo contrario.
¿Cómo hemos hecho el análisis?
Greenpeace, con la ayuda de su equipo de voluntariado, ha recibido más de 300 informaciones, noticias o contenido, procedentes de diferentes listas de difusión de WhatsApp.
Este grupo de observación ha utilizado un formulario para clasificar los mensajes recibidos en función de su contenido; el nivel de crispación que pudo haber generado al compartirse; su procedencia y por dónde se habían viralizado (listas de difusión, WhatsApp familiar, etc).
Otro canal de recepción de este tipo de contenido ha sido BuloBlocker o número de WhatsApp que habilitó Greenpeace durante la campaña a las generales, así como socios y socias que también enviaron bulos que recibieron a través de WhatsApp.
Además de en la web, el informe puede consultarse en una original plataforma interactiva que simula a la red social WhatsApp.