Solo las hermanas Álvarez podrían cantar al pan, guardar en su interior un bosque, caminar por el techo o dejarse crecer la barba en un solo disco. Mar y Alicia Álvarez publican el 17de mayo El salto; séptimo disco de una carrera que cumple este 2019 dos décadas.
Veinte años siendo un referente en la escena independiente. Y este nuevo disco lo confirma porque El salto es una auténtica joya de orfebrería pop llena de profundidad, delicadeza y melancolía; una obra mayúscula de pop intimista.
Es casi imposible no perderse en el universo de Pauline en la Playa sin tener que transformarse, menguar o traspasar algún que otro espejo para salir de él. Un imaginario propio que ha sabido recrear con gran talento la ilustradora Alicia Varela, responsable del arte del LP y del digisleeve.
Las Álvarez crecen en este nuevo trabajo. Saltan y se elevan compositivamente y rozan el mismísimo cielo- como la alpinista Catherine Destivelle a la que también dedican una canción- en esta obra de peso musical y preciosismo lírico. Voces cálidas, guitarras envolventes y synthes evocadores que nos adentran a través de diez cortes en lo más profundo del bosque que habita en nuestro interior. Composiciones radiantes que crecen luminosas y otras melancólicas, que nos devuelven al final de esos días largos del verano.
A esa sensación contribuye, especialmente, la grabación que corrió a cargo de Pedro Vigil en los Estudios Sonidópolis (Gijón) y la producción junto a Luca Petricca en el Estudio Reno (Madrid). Ambos trabajos iluminan de manera especial este trabajo genial que vuelve a colocar a Mar y Alicia, Alicia y Mar entre las mejores compositoras y letristas del indie estatal.