San Antolín de Ibias.-En esta segunda jornada del Simposio de Viticultura Heroica que organiza la Asociación de Museos del Vino de España se desarrolló íntegramente en la localidad asturiana de San Antolín de Ibias, donde su alcaldesa, Silvia Méndez, dio la bienvenida a los participantes y resaltó la importancia y la “apuesta importante que los viticultores de Ibias están realizando por la profesionalización” de la actividad, y prueba de ello, anunció, en los próximos meses abrirán varias bodegas nuevas, puesto que la viticultura se está convirtiendo en una “actividad dinamizadora de la economía local”.
Posteriormente María del Carmen Blanco, profesora titular del departamento de Química Física y Analítica de la Universidad de Oviedo, y Maria Fernández, científico titular del Instituto de Productos Lácteos del CSIC, abordaron en su ponencia la presencia de aminas biógenas en el vino. María Fernández, profundizó en la necesidad de detectar la concentración de este tipo de aminas en los vinos, mientras que María del Carmen Blanco mostró las diferentes mecanismos, tecnología y aplicaciones aptas para móvil para detectar las aminas en el vino. Esta iniciativa surge a partir de un proyecto desarrollada por ambas investigadoras con la Bodega de Monasterio de Corias.
Tras la visita a Riodeporcos para conocer los emparrados y las bodegas tradicionales, durante la tarde fue el turno de Carmen Martínez, investigadora del CSIC, que por una parte abordó la producción de residuos en la viticultura española y en especial la de montaña, presentando algunos de los trabajos que se están desarrollando en el CSIC para su aprovechamiento, tales como “la elaboración de aceites monovarietales de semilla de uva, la fabricación de productos antioxidantes y de interés nutricional, medicinal o cosmético, o la obtención de biocarbones pirolíticos con distintas aplicaciones.”
Carmen Martínez, fue la encargada de hablar también sobre el empleo de ovejas con aversión inducida a la vid como método de lucha contra las malas hierbas y como ejemplo de manejo de cultivo sostenible en viñedos de alta montaña. El estudio, que se desarrolló de manera conjunta con la Universidad Autónoma de Barcelona, es una respuesta a la aplicación de herbicidas, cada vez más restringida.
EL objeto es crear una aversión inducida en las ovejas a determinadas variedades de uva, y a las hojas de los viñedos, de manera que cuando los animales entran en el viñedo se comen todas las hierbas malas excepto la vid. El proyecto que ya ha sido probado ha resultado un éxito y supone además “una forma muy ecológica de cultivar el viñedo y de mejorar la calidad de la uva haciendo una viticultura más respetuosa con el medio ambiente” puntualizó Carmen Martínez.