La organización ecologista publica un paquete con medidas dirigidas a los municipios relativas a movilidad, alimentación y gestión de residuos
Recuerda que es fundamental que las ciudades sean más sostenibles para frenar el cambio climático y cambiar un modelo económico que ha provocado una crisis social y ecológica
Hace un año Greenpeace retó a diez ciudades españolas a que se hicieran sostenibles y recientemente ha realizado análisis de los avances realizados
Greenpeace ha publicado una serie de medidas dirigidas a los ayuntamientos que salgan de las urnas en las elecciones municipales del 26 de mayo para que afronten su parte de responsabilidad en los principales problemas sociales y medioambientales en la actualidad. Las medidas se agrupan en temas sobre los que las administraciones locales tienen competencia como movilidad, alimentación y gestión de residuos.
Esta iniciativa se enmarca dentro de la campaña de Greenpeace “Tu ciudad, tu planeta” que pretende situar al medio ambiente y a las personas en el centro de la política en este tiempo de elecciones. Las medidas han sido enviadas a las principales fuerzas políticas que concurren a los comicios.
El modo de vida actual en las ciudades es predominantemente insostenible, algo preocupante porque, al albergar más población, es donde más agua y energía se consume; donde se contamina más por el transporte; se consumen más productos de un solo uso y donde también se consumen más alimentos y se generan más residuos, lo que ha influido en gran medida en la crisis ecológica que vive el planeta.
Por eso Greenpeace propone una serie de medidas para una ciudad sostenible con objetivos que recogen tres aspectos, uno social, que incluye todos aquellos factores relacionados con la calidad de vida de la ciudadanía, su acceso a la educación y a la sanidad, el coste de la vivienda o el del precio de la cesta de la compra. Otro que hace referencia a las cuestiones medioambientales: el grado de polución, el uso de energías renovables, la disponibilidad de zonas verdes, el éxito de las políticas de reciclaje, etc. Y por último, un aspecto relativo a la sostenibilidad urbana desde lo económico, cuyos exponentes serían la renta per cápita, el acceso y la estabilidad del empleo o la calidad de los servicios públicos como el transporte.
Propuestas de Greenpeace
Movilidad urbana ecológica y sostenible.
Es necesario apostar por el transporte público y la movilidad sostenibles como herramienta clave para proteger a la ciudadanía y al medio ambiente de la contaminación.
“Ciudad 30”. La reducción de velocidad en nuestras calles es un paso fundamental para mejorar la seguridad, reducir el ruido y facilitar la circulación a peatones y ciclistas.Repartir el espacio público. Evolucionar de un diseño urbano pensado para el coche a otro que priorice el transporte público, la bicicleta y al peatón.Mejorar el transporte en superficie. El tranvía y sobre todo el autobús atienden a más usuarios por su mayor cobertura y accesibilidad.Tarjeta única de transporte. Así se incentiva el uso del transporte público, especialmente a los viajeros más esporádicos.Medidas de liberación de tráfico. El crecimiento del transporte sostenible debe ir acompañado de una reducción de coches en las zonas con más tráfico.
Alimentación saludable y sostenible
A través de políticas relativas a la alimentación los ayuntamientos pueden hacer frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad, reducir el consumo de agua y la contaminación, así como mejorar el bienestar animal y la salud de las personas.
“Dieta de salud planetaria” en comedores de titularidad municipal. Reducción de carne e incremento de alimentos vegetales, ecológicos, locales y de temporada.Alimentos ecológicos, locales, de temporada y de origen vegetal en los eventos públicos. Para mostrar el compromiso de la ciudad.Alimentos ecológicos, locales y de temporada al alcance de todas las personas. Desarrollando programas para habilitar nuevos canales de distribución.Adherirse al Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán. Promover sistemas alimentarios sostenibles y saludables en las ciudades.Declararse Municipio libre de macrogranjas impidiendo que este modelo de ganadería intensiva e insostenible se instale en su territorio.Promover la adopción de la “dieta de salud planetaria” en restaurantes.
Gestión de residuos y economía circular
La gestión de residuos se debe basar en la economía circular: reducir residuos y facilitar su reciclaje en materias primas. Acabar con el “usar y tirar” y optar por la reparabilidad, la reutilización y el intercambio.
Instalaciones municipales libres de plásticos desechables.Eventos libres de plásticos desechables. Requisito de ausencia de objetos desechables para la contratación de eventos por los ayuntamientos.Fomento del agua de grifo para beber. Supone un ahorro de plástico y energía. Los ayuntamientos deben fomentar su consumo y acceso, incluida hostelería y restauración.Aplicación de una tasa por generación de residuos. Atribuir a cada usuario un coste en función de la cantidad de residuos generados.Recogida puerta a puerta de residuos. Es necesario un sistema para separar residuos en fracciones que permitan su reciclaje y reutilización.Sistema de Depósito, Devolución y Recuperación de envases. Favorece los envases reutilizables y triplica la tasa de reciclado.Fomentar la venta a granel, reutilización y reparación. Fomentar la creación y apoyo público a tiendas de reparación y comercios de segunda mano.
“Las próximas elecciones municipales suponen una oportunidad excelente para transformar las ciudades en espacios más habitables y más justos para las personas. Las administraciones locales, al estar muy próximas a la ciudadanía, tienen mayor responsabilidad y probabilidad de éxito para revertir los problemas que afrontan las ciudades y deben jugar un papel fundamental a la hora de gestar el cambio hacia un planeta más sano y sostenible” ha declarado María José Caballero, coordinadora del proyecto de Ciudades de Greenpeace.
“No puede haber sostenibilidad sin equidad, igualdad de oportunidades y garantía de derechos. Desde Greenpeace proponemos una mirada de ciudad integral que plantee la gestión medioambiental desde la salud pública, el acceso a los servicios básicos y la propuesta de un desarrollo económico de reparto que garantice una vida digna para todas las personas”, ha añadido Mario Rodríguez, director de Greenpeace España.
Reto Neopolitan
Hace un año Greenpeace lanzó a diez ciudades (Albacete, Barcelona, Madrid, Palma, Pamplona, Santiago de Compostela, Sevilla, Soria, Valencia y Zaragoza) el reto de convertirse en “Neópolis” y ser así pioneras de una revolución urbana que hiciera sus municipios más sostenibles y mejorara la calidad de vida de sus habitantes. Para ello debían poner en marcha cambios sustanciales en aspectos tan críticos para una ciudad como la gestión de residuos, la eliminación de plásticos de un solo uso, la contaminación, la movilidad sostenible y la alimentación. Aunque el proyecto aún continúa, estos son los resultados de la primera evaluación realizada.