Vox muestra su profunda preocupación por el anuncio de la disminución de un 16% de la producción de Arcelor en Asturias, y un expediente de regulación de empleo (ERE) en sus factorías de Avilés y Gijón, debido a la debilidad de la demanda en Europa, el alto coste de la energía eléctrica y la competencia China. "Esta noticia viene a agravar el desmatelamiento industrial de Asturias por unas políticas ambientalistas radicales. Otro torpedo más contra la población activa asturiana, en el vagón de cola del tren de la economía de España, pues entre las 17 comunidades autónomas, es donde menos ha crecido el PIB en los últimos 40 años", aseguran.
Vox denuncia "la obsesión progre guay de acabar cuanto antes con las centrales térmicas y los coches, sean diésel o de gasolina, se alza la cruda realidad económica y social. El precio del carbono ha aumentado aproximadamente un 230% desde el inicio de 2018. La venta de vehículos diésel se ha reducido drásticamente, y ha caído el empleo en las industrias automovilísticas españolas. Y para colmo, resulta que los últimos informes aseveran que la fabricación de los coches eléctricos, por culpa de las baterías, contaminan más que un diésel a lo largo de toda su vida". "Estamos haciendo el canelo" sentencia Ignacio Blanco.
Ignacio Blanco va más allá y culpa a Adrián Barbón y le hace responsable del cierre de empresas y pérdida de empleos "por ser el hombre de Pedro Sánchez en Asturias y el culpable de las políticas del ambientalismo radical que van a llevar a nuestra tierra al más agresivo proceso de desindutrialización desde los años 80" y pide a los trabajadores de izquierda que el 26 de mayo "que se lo piensen bien antes de votar al PSOE, porque el futuro de Asturias no puede quedar en manos de estos irresponsables".
"Parece del género bobo estar importando carbón o electricidad de Marruecos y acero plano de China, que no paga impuestos medioambientales en origen ni apenas aranceles en nuestras fronteras, mientras el gobierno acelera nuestra desisdustrialización y nos cargamos la producción y el empleo nacionales." ha declarado Ignacio Blanco.
Blanco explica que "Las emisiones de España son sólo 0,8 %, una cantidad insignificante, por lo que es iluso pretender que la reducción de las emisiones de España, y de Asturias, por muy agresivas que sean, vayan a impactar en el planeta y sin embargo, el coste en términos de empleo y oportunidades, es enorme." y añadió que "lo que deje de producirse en Asturias por unas políticas irresponsables de descarbonización exprés, acabará produciéndose en otros lugares del mundo con una tecnología menos limpia, por lo que flaco favor le estaríamos haciendo al planeta y a Asturias".