Miembros del Equipo de Investigación sobre la Adquisición del Lenguaje (EQUIAL) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) llevan a cabo una investigación sobre imitación vocal cuyos resultados preliminares se han presentado en el VI Congreso Internacional de Adquisición del Lenguaje.
Se podría afirmar que todos los niños imitan lenguaje, luego cabe esperar que esta actividad cumpla alguna función concreta en el complejo proceso que es la adquisición del lenguaje. ¿Es así? El hallazgo reciente de las neuronas especulares - neuronas que se activan cuando un animal o persona desarrolla la misma actividad que está observando ejecutar por otro individuo, especialmente un congénere- ha reavivado la curiosidad por este asunto.
Imitación y lenguaje
Una noción intuitiva muy común es que el lenguaje se aprende imitándolo. Si preguntamos a alguna persona no experta en la materia, lo más seguro es que responda que los niños aprenden a hablar repitiendo lo que oyen. No obstante, si eso fuese así, los niños sólo dirían lo que alguna vez escucharon decir, y no es eso lo que sucede: ellos componen sus propios mensajes en función de sus necesidades comunicativas.
Aprender el lenguaje de nuestro entorno sin una instrucción específica es una tarea complicada y que requiere un gran esfuerzo cognitivo. El sistema que aprende la lengua (nosotros) es además un sistema que cambia con cada nuevo aprendizaje, y que accede con ello a nuevas incógnitas, a nuevas estructuras lingüísticas a aprender. Y no sólo avanza en la definición de incógnitas a resolver. También va modificando el modo en que representa cada información lingüística que enfoca. Es decir, cambia el modo en que percibe, comprende, representa, manipula y produce cada estructura lingüística enfocada.
Y, entonces ¿cuál es el papel de la imitación? Lamentablemente, la respuesta a esta pregunta no es clara, y esto se debe a múltiples escollos teóricos y metodológicos.
Un estudio con enfoque inductivo
El Equipo de Investigación sobre la Adquisición del Lenguaje (EQUIAL) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) está inmerso en una investigación de enfoque inductivo –en lugar de aceptar como válida una definición concreta de imitación se intenta llegar a los posibles tipos de imitación- cuyo objetivo principal consiste en identificar conjuntos de imitaciones vocales con características similares, obtener una visión general de la imitación y de su posible evolución.
La única condición sistemática que adoptó el EQUIAL para considerar que una emisión era una imitación fue que guardara alguna similitud con el modelo, incluyendo tanto el contenido segmental (palabras, sílabas...) como el suprasegmental (entonación, ritmo...). Para los análisis, se registró y utilizó el tiempo concreto empleado en cada imitación, como posible reflejo de la profundidad del procesamiento, sin prejuzgar intervalos.
Se diseñó un sistema de codificación que contempló unas 40 variables que recogían gran parte de la información que se ha venido utilizando en la bibliografía sobre el tema. Estas variables van desde la dirección de la mirada del niño en el momento de imitar, al número de sílabas imitadas y omitidas respecto al modelo. A su vez, estas variables se combinaron, y recombinaron en dimensiones que resultaran significativas. Las dificultades encontradas en la elaboración de este sistema de codificación se han ido presentando en diferentes congresos en los últimos años.
La muestra de imitaciones se obtuvo mediante el registro en vídeo de las vocalizaciones de 10 niños y niñas de entre 17 y 25 meses de edad en situaciones cotidianas de interacción natural con sus familias, y sin que éstas conocieran el objetivo concreto del estudio.
Para analizar los datos y extraer los tipos posibles de imitación se realizó un análisis estadístico llamado de conglomerados (clusters), que agrupa la información de acuerdo con el grado de similitud entre los diferentes ejemplares. Se trata de un tipo de análisis que no permite extraer conclusiones, sino formular hipótesis, como conviene a este enfoque inductivo.
Se plantean cuatro posibles tipos de imitación vocal
Se obtuvieron 4 grupos, o patrones, de rasgos de imitaciones vocales, dos con intervalos temporales más cortos (que hacen pensar en un procesamiento más superficial, patrones 1 y 2), y otros dos más largos (que reflejarían un procesamiento más complejo, patrones 3 y 4). El descubrimiento de la existencia de estos cuatro conjuntos de imitaciones vocales trajo consigo, a su vez, el planteamiento como hipótesis de la existencia de cuatro posibles “tipos de imitación”: un primer tipo (patrón 1) poco elaborado que responde casi “automáticamente” a la solicitud de imitación por parte del interlocutor; un segundo tipo (patrón 2) sería un tipo de imitación más “ecolálico”, aunque con algunas imitaciones ampliadas y modificadas; un tercer tipo de imitación (patrón 3) en el que el tiempo empleado podría reflejar un trabajo cognitivo más centrado en analizar el modelo (el input) y no tanto en la producción de la imitación (output); y por último, un cuarto tipo de imitación (patrón 4) en el que gran parte del tiempo y, de acuerdo con el punto de partida, gran parte de los recursos cognitivos se estarían empleando en procesar/elaborar una respuesta/imitación compleja y bien articulada.
“Para confirmar la existencia de estos posibles tipos de imitación identificados en nuestro estudio, dada la naturaleza del tipo de análisis estadístico utilizado, habría que obtener los mismos resultados con otra muestra de imitaciones vocales de similares características, y este es un trabajo aún pendiente. No obstante, estos resultados preliminares podrían orientar un nuevo modo de abordar el estudio de la imitación vocal y su función en el proceso de adquisición del lenguaje”, explica Laura Vivas, investigadora del Departamento de Psicología Básica II de la Facultad de Psicología de la UCM y coautora del estudio
FOTO: Fuente: Laura Vivas Fernández.