· Representa a dos espectadores de un museo que observan un cuadro-imagen de un planetoide iluminado por el sol
· El cartel ha sido presentado esta mañana por Yolanda Alonso, concejala de Cultura, junto a su autor
La Noche Blanca de Avilés cumple nueve años y su cartel es un "Homenaje al sol". Este es el título escogido por su creador, el artista plástico avilesino Nacho Suárez, y representa a dos espectadores que en un museo observan un peculiar cuadro, un planetoide iluminado por el sol. La IX Noche Blanca, nacida del impulso de la concejalía de Cultura a través de la Factoría Cultural, se celebra el viernes 14 de junio.
El cartel ha sido presentado esta mañana por Yolanda Alonso, concejala de Cultura de Avilés, en compañía del autor. Alonso destacó la calidad de la obra que da imagen a una nueva edición de la Noche Blanca "que ya forma parte de las actividades que las avilesinas y los avilesinos esperan todos los años para lanzarse a la calle y poder vivir y experimentar muy diferentes manifestaciones culturales en primera persona".
Nacho Suárez, creador de larga trayectoria y experiencia, confesó que dos ideas le sirvieron de inspiración: la de un museo-galería abierto durante la noche, que bebe de una larga tradición europea en ciudades como Berlín o San Petersburgo, así como la noche del solsticio de verano en la que se encienden hogueras que buscan darle más fuerza a un astro solar que empieza a languidecer. "Represento un planeta imaginario que podemos ver gracias a la luz del sol", explicó Suárez. La obra está realizada en una técnica mixta que conjuga la tradicional acuarela con el tratamiento digital.
La Noche Blanca nació con un objetivo que se ha cumplido con creces en las ocho ediciones anteriores: sacar a la calle la más variada creación artística contemporánea, y hacerla accesible al público infantil, juvenil y adulto. Una manifestación cultural gratuita, abierta a todos, y en la que se puede interactuar con los artistas, ver y aprender de ellos mientras crean. La cooperación entre distintos centros municipales, con la Factoría Cultural como núcleo, las galerías privadas, hosteleros, artistas y el público contribuyeron al éxito de anteriores ediciones.
Nacho Suárez Nació en Avilés en 1985, y obtuvo en 2008 la Licenciatura en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Desde entonces no ha dejado de formarse en diferentes cursos, así como participar e impartir diferentes talleres en toda Asturias. Es un habitual de la Noche Blanca de Avilés, en 2017 con el taller "Pintando bajo la lluvia", y en 2015, con "Me dejé la obra tendida" y "Escaparates", y la Noche Negra, con un intervención en 2016. Cuenta con su propio taller, en el que ofrece cursos formativos. Sus trabajos han aparecido en la revista Mombasa, de Salamanca; o la asturiana Atlántica XXII; ha ilustrado el poemario "Palabras con membrete", y tiene en proceso un cómic, "Morgana". Ha expuesto su obra de forma individual en la Casa de Cultura de Avilés, con "Éntrate" (2007); el Espacio de Arte Experimental Fonseca, de Salamanca, con "Idols" (2008); "Ausencias" (2012), en la sala LAI, de Gijón; "Transfiguraciones" (2014), en el Valey de Castrillón, o "Apuntes sobre el Intercéltico" (2018), en el Palacio de Valdecarzana. De forma colectiva, su obra ha sido expuesta en toda España: en Palencia, Salamanca, Valencia, Cádiz, Salamanca, Burgos, Valladolid, Ourense, Cáceres, Badajoz o Toledo. Cuentan con trabajos suyos colecciones como la de la Universidad de Salamanca, la Universidad Rey Juan Carlos, o la Fundación Espacio A2. Ha obtenido el tercer premio en el XII Certamen jóvenes pintores Fundación Gaceta, en 2007, y becas como la Segundo Vicente, de Salamanca en 2009.
Noche Blanca Hay que remontarse al 2002 para encontrar el origen de la Noche Blanca, un movimiento surgido en París y cuyo objetivo fue acercar el arte a la ciudadanía. A raíz del éxito de la misma, distintas ciudades europeas –Bruselas, Riga, Bucarest, La Valetta, Madrid y Roma– se sumaron a esta iniciativa. Las primeras ciudades españolas en organizar la Noche Blanca fueron Madrid en 2006 y Burgos, Málaga, Albacete y Barcelona en 2008. El propósito de la Noche Blanca, cuya denominación viene dada al celebrarse tras el ocaso, es acercar la creación artística contemporánea a los ciudadanos. Los objetivos comunes de todas las ciudades que organizan Noches Blancas son: la gratuidad, la vanguardia, la ciudadanía y la sostenibilidad, fomentándose el intercambio de experiencias con el desarrollo de programas conjuntos y la internacionalización de artistas locales mediante el intercambio de propuestas.