El Parlamento Europeo hizo anoche efectiva la Directiva de plásticos.
Ahora, el Consejo Europeo y la Comisión Europea la convertirán en ley, arrancando así el plazo de dos años para la implementación en cada país
El impacto real de esta Directiva depende de la ambición de los estados y, por eso, Greenpeace demanda al próximo Gobierno español que adopte objetivos ambiciosos como la reutilización
La nueva Directiva prohíbe para 2021 artículos como pajitas, cubiertos o platos, pero no incluye ningún objetivo vinculante para reducir otros plásticos desechables
Madrid, 28 de marzo de 2019.- El Parlamento Europeo “selló” anoche, con una avalancha de 560 votos a favor, 35 votos en contra y 28 abstenciones, la Directiva de plásticos de un solo uso haciéndola definitiva. Aunque ya se había aprobado el pasado diciembre, y se esperaba que no sufriera más cambios, esta formalidad era necesaria para hacerla definitiva.
Ahora, el Consejo Europeo tendrá que continuar con este proceso añadiendo su sello final el 9 de abril y, posteriormente, la Comisión Europea hará pública esta Directiva convirtiéndola en una nueva ley europea, comenzando así la cuenta atrás para implementarla en todos los países miembros. A partir de esa fecha, los estados tendrán dos años para adoptar la Directiva en la legislación nacional, lo que proporciona una nueva oportunidad para exigir más ambición en la lucha contra el ‘Maldito Plástico’, tal y como lo llama la campaña de Greenpeace.
Esta Directiva prohíbe para 2021 las pajitas, cubiertos, platos, removedores de bebidas, bastoncitos de los oídos y palos de globos de plástico de un solo uso, además de plásticos oxodegradables, y envases y vasos de poliestireno expandido (corcho blanco). Además, obliga, por primera vez, a las marcas productoras a pagar por la gestión de residuos y las limpiezas de varios artículos de plástico de un solo uso, como las colillas de cigarrillos y artes de pesca. Sin embargo, no hay ningún objetivo vinculante a nivel de la UE para reducir la producción de otros plásticos desechables.
“Esta Directiva es un excelente primer paso para frenar la contaminación por plásticos, pero si no obligamos a que las marcas productoras y supermercados eliminen o reduzcan todos sus envases desechables, nos vamos a quedar cortos para parar la contaminación por plásticos de una forma totalmente efectiva”, ha declarado el responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, Julio Barea.
Sabemos que el reciclaje no es suficiente y que para frenar este problema necesitamos ir a la raíz del mismo: la producción. Nuestro informe Maldito Plástico: reciclar no es suficiente señala que solo el 25,4% de los envases plásticos se recuperaron en España en 2016 y más del 60% termina contaminando el medioambiente en vertederos e incineradoras, sin contar la exportación a terceros países.
El impacto real de esta Directiva depende de la ambición que los gobiernos tengan a la hora de implementarla. Por ello, Greenpeace demanda al próximo Gobierno español que adopte objetivos ambiciosos de inmediato, que fomenten la reutilización y no la sustitución del plástico por otros materiales de un solo uso, y que garanticen que los productores pagan por la contaminación que generan. Cientos de miles de personas en España, y millones alrededor del mundo, ya han exigido ese cambio.
“El nuevo gobierno tendrá el reto de responsabilizar a las marcas y supermercados para que reduzcan de forma drástica la producción de envases de plástico de un solo uso y fomenten los envases reutilizables”, ha añadido Barea.
Marcas como Coca Cola, Pepsi o Nestlé utilizan millones de toneladas de plástico al año y la mayoría de sus productos se venden en envases de un solo uso. Por otro lado, los supermercados siguen proporcionando sus productos en plástico, incluso frutas y verduras, que fácilmente podrían venderse a granel. Para frenar este problema es necesario que estos plásticos desechables se eliminen y sean sustituidos por materiales reutilizables.