El consejero de Sanidad considera que los cánceres de origen laboral se podrían evitar con medidas de prevención por parte de las empresas y sus servicios de seguridad y salud
Asturias.-El registro de trabajadores expuestos a agentes cancerígenos o mutágenos del Principado ha permitido identificar en dos años a 6.639 empleados en contacto con este tipo de sustancias en cerca de 180 empresas y vinculados a más de una treintena de servicios de prevención de riesgos laborales. El Gobierno de Asturias puso en marcha este registro a finales de 2016 como medida fundamental de prevención primaria frente al cáncer de origen laboral. Desde entonces, ha recogido 67.923 comunicaciones que permitirán identificar a los trabajadores expuestos a este tipo de agentes para, si llegan a desarrollar algún tumor, ayudar al Instituto Nacional de la Seguridad Social y a los propios afectados en el procedimiento de su reconocimiento como enfermedad profesional.
Muchas de estas patologías tienen origen multifactorial y, en ocasiones, el efecto conjunto de estas causas puede incrementar la probabilidad de desarrollar un tumor maligno. Por esta razón, evitar la exposición a agentes químicos y físicos en los lugares de trabajo contribuirá a reducir la incidencia de cánceres de origen laboral.
El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha presentado hoy estas cifras en la Jornada de prevención del cáncer laboral. Durante su intervención, ha explicado que estas enfermedades son evitables mediante una adecuada planificación por parte de la empresa y de los servicios de prevención encargados de velar por la seguridad y la salud. “En el Principado tenemos muy claro que el desarrollo económico nunca puede ir en detrimento de la salud de las personas y, en consecuencia, de la sociedad. Si un proyecto empresarial es sostenible a costa de provocar lesiones o enfermedades a los trabajadores, entonces es inviable”, ha destacado.
Prevención primaria
En este sentido, ha subrayado la importancia de la prevención primaria para conseguir que no haya agentes cancerígenos en los centros de trabajo y, en aquellos casos en los que no sea posible su sustitución, para evitar que entren en contacto con los trabajadores. “Este es el elemento central de la prevención del cáncer laboral y debe ser una tarea primordial del empresario y de su servicio de prevención”, ha agregado. El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo y provoca casi uno de cada seis fallecimientos. En 2015 ocasionó 8,8 millones de defunciones y se calcula que alrededor de un 19% de los cánceres son atribuibles a factores medioambientales, incluido el entorno laboral, por lo que las intervenciones ambientales y laborales son imprescindibles para disminuir su incidencia. “La reducción de la exposición a los carcinógenos es rentable desde todos los puntos de vista y contribuye de manera significativa al bienestar general de la población”, ha asegurado el consejero.
Equipo de valoración de sospecha de cáncer profesional
Además del registro de trabajadores expuestos a agentes cancerígenos, el Principado cuenta con un grupo de trabajo multidisciplinar que presta apoyo a los médicos de atención primaria para determinar la probabilidad de que el origen de determinados tumores esté relacionado con alguna enfermedad profesional. El equipo de valoración de sospecha de cáncer profesional es un servicio pionero en el país en ahondar en la relación entre esta patología y la exposición laboral. Hasta ahora, ha permitido estudiar a 1.298 trabajadores diagnosticados de cáncer en situación de baja laboral. Tras evaluar las historias, se han hallado 61 casos con altas probabilidades de ser clasificados como enfermedad profesional (5% del total) y en otros 96 (8%) se ha acreditado una relación clara, aunque menos intensa. En el 85% restante (1.103 casos) el cáncer se considera una enfermedad común.