La presentación al mercado de ‘El Lago’, un tinto ‘premium’ de maceración carbónica que rememora el mundo de sensaciones de las elaboraciones tradicionales, pone una vez más de manifiesto que el espíritu innovador y de mejora continua que caracteriza a una empresa centenaria como Bodegas Riojanas se complementa a la perfección con el profundo respeto al valioso legado que representa la experiencia y el buen hacer de las familias fundadoras Frías y Artacho, que llevan cinco generaciones al frente de la bodega. Todo un clásico profundamente enraizado en la tradición riojana,
‘El Lago’ rinde homenaje a los orígenes viticultores de dichas familias fundadoras, haciendo un alto en esa imprescindible dinámica innovadora por la que Bodegas Riojanas recibió en 2018 el Premio a la Colaboración Universidad-Empresa por parte de la Universidad de La Rioja, con la que desarrolla proyectos de investigación sobre el control de fermentación y seguimiento del envejecimiento del vino, la determinación de la huella sensorial o la producción de uvas con más resveratrol. El método de elaboración tradicional denominado ‘maceración carbónica’ consiste en encubar en los lagos los racimos de uva enteros para realizar la fermentación alcohólica que transforma el mosto en vino.
Así se elaboraban los vinos hasta que las bodegas introdujeron en el Siglo XIX la técnica de separar los granos del raspón (‘despalillado’) y así han seguido elaborándose en las pequeñas bodegas de los cosecheros hasta la actualidad. Pisa, repisa, media vuelta, vuelta entera… todo un arte que dominaban los viticultores riojanos. Aun respetando su esencia mediante la recuperación de los antiguos lagares de Bodegas Riojanas, el vino elaborado se beneficia de las técnicas enológicas actuales y mejor equipamiento, que permiten evitar la rusticidad y algunos defectos propios de las elaboraciones en las antiguas cuevas de cosechero.
En definitiva, este nuevo vino tinto joven de maceración carbónica permite disfrutar de una auténtica explosión frutal y de las sensaciones gustativas más primarias de la uva tempranillo, que alcanza su máxima expresión en localidades como Cenicero, el corazón de La Rioja Alta. El cuidado extremo en un proceso de elaboración tan peculiar, así como la selección de la uva, que procede exclusivamente del paraje de Cenicero denominado ‘El Plano’, con suelo arcillo calcáreo en ligera pendiente, son la clave para obtener un vino tan selecto como ‘El Lago’, posicionado en la élite de este tipo de vinos.
De color rojo cereza con tonos violáceos muy definidos, en el intenso aroma afrutado de ‘El Lago 2018’ predomina el recuerdo a fresas y frambuesas, con tonos de regaliz. Su sabor es fresco y ligero, muy equilibrado, carnoso y persistente. En la mesa combina muy bien con embutidos, quesos, arroces, asados, carnes rojas y platos de caza.
(P.V.P. aproximado ‘El Lago’ maceración carbónica 2018: 8,50 euros botella)