Esta semana se presentó “Gijón Romano” en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid con un gran éxito de convocatoria y la presencia de catedráticos, profesores, periodistas y bloggers especializados.
Como ponen de manifiesto diversas convenciones y recomendaciones internacionales, la importancia de la dimensión arqueológica de la ciudad y su entorno se considera cada vez más como algo indispensable para interpretar los paisajes antiguos y su evolución, lo cual supone también la necesidad de impulsar la participación e integración social de los ciudadanos a través de la adecuada gestión y difusión de estos espacios.
En el caso de Gijón las actuaciones arqueológicas efectuadas, no se han ceñido exclusivamente a un estudio académico, sino que han sobrepasado la investigación arqueológica revirtiendo en la vida de la ciudad y su concejo, mediante la preservación y exhibición pública de los restos y bienes conservados, elementos histórico-arqueológicos de especial relevancia como:
El Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres, donde se sitúa el castro de la Campa Torres, de época prerromana y romana, y primera presencia de Roma en tierras de Gijón. Este lugar que se ha identificado como el posible oppidum Noega en las fuentes clásicas, constituye el origen de Gijón. O la Arqueología romana del centro histórico de Gijón (barrio de Cimavilla)
Dentro de nuestro centro histórico destaca sobre todo el Museo de las Termas Romanas de Campo Valdés, museo de sitio donde se conservan los restos de un complejo termal de carácter público datado entre finales del siglo I d.C. y finales del siglo IV d.C Y situado en la zona oeste del concejo, se encuentra el Museo de sitio de la Villa Romana de Veranes
Sobre los restos de una explotación agropecuaria altoimperial, se levantó una villa tardorromana a partir de mediados del siglo IV d. C., que conserva la parte de la residencia señorial denominada por la fuentes clásicas como pars urbana y algunos edificios del área de servicios de la llamada pars rustica.
Además de estos tres importantes equipamientos, Gijón cuenta con otros restos arqueológicos como parte del ramal trasmontano de la Ruta de la Plata en su tramo de salida al mar y con yacimientos dispersos por el entramado urbano.
La capacidadexpresiva de estos restos y bienes arqueológicos del Gijón romano así como su singularidad e importancia histórica, nos permite y nos exige acrecentar y actualizar su dimensión pública.
Ello supone por un parte, mantener el impulso de la investigación como base sustentadora de cualquier actuación patrimonial y por la otra, trazar nuevos caminos de difusión para mantener el patrimonio romano de Gijón como un valor en alza en los contextos culturales de la sociedad actual.
UN PROGRAMA AMBICIOSO DE ACTIVIDADES PARA LA MARCA GIJON ROMANO:
Por eso desde el Ayuntamiento de Gijón nos planteamos en estos momentos dar un paso más para impulsar la marca de ciudad GIJÓN ROMANO
Para ello está previsto un ambicioso plan de acciones con un amplio e intenso programa que abarca desde ámbitos científicos y de investigación de carácter internacional como las Jornadas Europeas de Arqueología a exposiciones como la que se mostrará bajo el título de Roma y Gijón durante la Feria Internacional de Muestras de Asturias que tiene lugar en nuestra ciudad en el mes de agosto y que el año pasado por ejemplo recibió algo más de 700.000 visitantes.
Se trata de proponer nuevos modos y utilizar nuevos medios que permitan dar un impulso renovado y fructífero a la difusión de nuestro patrimonio arqueológico tanto desde el punto de vista cultural como turístico.
GIJÓN ES REFERENCIA DE LA ÉPOCA ROMANA EN LA CORNISA CANTÁBRICA Y ATLÁNTICA:
Porque no se puede olvidar que Gijón es en Asturias y en toda la cornisa cantábrica y atlántica un lugar de referencia cultural de época romana. Y que pocas ciudades de este espacio geográfico pueden ofrecer un conjunto arqueológico tan coherente y con suficiente entidad patrimonial
Por ello Gijón simboliza para Asturias un lugar de referencia cultural y turística de enorme influencia, que también encuentra eco en el resto de España y fuera de nuestras fronteras.
El dinamismo interno de la historia de Gijón, que solo podemos descubrir a través de los avances que proporciona la arqueología, es un incentivo indispensable para pensar en el futuro de nuestro patrimonio, un futuro donde la investigación y la difusión sigan caminando juntas, para conservarlo y mostrarlo en las mejores condiciones a los ciudadanos de hoy y las generaciones futuras.