El IPC subió en Asturias un 0,3 por ciento en febrero

El IPC subió en Asturias un 0,3 por ciento en febrero

El Insituto Nacional de Estadística desvela hoy que el Indice de Precios de Consumo en el Principado de Asturias ha aumentado un 0,3 por ciento durante el mes de febrero. La tasa interanual según este dato aumenta un 1,1%.

 

 

En el conjunto nacional, la tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de febrero es del 1,1%, una décima superior a la registrada el mes anterior. Los grupos con mayor influencia positiva en el aumento de la tasa anual son:

Transporte, con una tasa del 1,8%, dos puntos por encima de la del mes anterior, consecuencia de que los precios de los carburantes y lubricantes suben este mes, mientras que bajaron en febrero de 2018.

Alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumenta su variación anual cinco décimas y la sitúa en el 1,4%, debido al incremento de los precios de las legumbres y hortalizas, que descendieron el año pasado. También influye la disminución de los precios del pescado y marisco, mayor este mes que en 2018.

Cabe destacar en este grupo además, aunque en sentido contrario, que los precios de las frutas suben este mes menos que en febrero del año pasado.

Por su parte, los grupos con influencia negativa que destacan son:

Vivienda, cuya tasa disminuye un punto y medio, situándose en el 0,9%, a causa de la bajada de los precios de la electricidad, frente a la subida registrada el pasado año. Cabe reseñar también, aunque en sentido contrario, el aumento de los precios del gasóleo para calefacción, que descendieron en 2018.

Ocio y cultura, con una variación del –1,6%, siete décimas inferior a la del mes anterior. Destaca en esta evolución que los precios de los paquetes turísticos suben este mes menos que en febrero del año anterior.

Comunicaciones, cuya tasa disminuye más de un punto, hasta el 1,5%, debido a que los precios de los servicios de telefonía y fax subieron más en 2018 de lo que lo hacen este mes.

 

La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye una décima, hasta el 0,7%, y se sitúa cuatro décimas por debajo de la del IPC general. Es la tasa más baja desde julio de 2016.

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