Cualquier producto, en especial los relacionados con la tecnología y el mundo del automóvil, está sujeto a la obsolescencia. Y es que, por mucho que compremos uno de los teléfonos móviles más avanzados del mercado, la obsolescencia le afectará en muy poco tiempo.
Los smartphones, y por extensión otros gadgets tecnológicos como tablets y smartwatches, están sujetos a una depreciación aún más rápida que la de los coches.
¿Cuánto y cómo se deprecian nuestros teléfonos móviles?
Todos sabemos que nuestro nuevo teléfono móvil pierde valor en cuanto lo sacamos de la caja. Como cualquier otro objeto, ha pasado de ser “nuevo” a ser de “segunda mano”. Este hecho hace que se evapora parte de su valor monetario.
Además, los lanzamientos de nuevos modelos, cada vez más frecuentes, también provocan que nuestro flamante móvil de última generación quede obsoleto en un suspiro.
¿Sabes que un móvil pierde valor incluso más rápido que un automóvil? Si nos remitimos a las estadísticas norteamericanas, un coche pierde entre un 15 y un 20% de su valor nada más que lo sacamos del concesionario. Esta pérdida es muy similar a la de cualquier país europeo, pero, comparativamente hablando, la depreciación de un smartphone es mucho mayor que la de un coche.
¿Qué es supone la obsolescencia de un smartphone y por qué ocurre?
Todos tenemos claro que la depreciación de un bien o producto es la pérdida de valor de este a lo largo del tiempo. Esto sucede con casi todo lo que poseemos, sin embargo los productos tecnológicos y los automóviles son especialmente propensos a ello.
Esto es debido a que todos los usuarios buscamos la novedad y lo mejor. De esta forma, a medida que surgen nuevas características y modelos, más productos antiguos quedan olvidados en un rincón y pierden su valor financiero.
Estadísticas de depreciación en smartphones
La depreciación sucede además de forma distinta para cada fabricante. Esto tiene que ver con la demanda de los modelos en el mercado, con el precio inicial del producto y con el valor percibido por los consumidores.
Así los estudios indican que cada marca se deprecia de diferente manera que otras. Por ejemplo, pasados 12 meses de estrenado un móvil, un smartphone LG se puede vender solo por un 25% de su valor inicial. Samsung y HTC obtienen mejores resultados: podremos recuperar hasta un 28% del dinero invertido.
Un caso diferente es el de los teléfonos Apple, que pierden un 57% de su valor al año, colocándose el iPhone como el smartphone menos sujeto a la depreciación
Si crees que se acerca el momento de despedirte de tu teléfono móvil, lo ideal es cambiarlo entre 12 y 18 meses después de estrenado. De esta forma recuperaremos el mayor importe posible antes de que la obsolescencia le haga perder casi todo su valor.