Con este volumen se continúa la publicación de las Obras completas del escritor, promovida por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu
Oviedo/Uviéu, 5 de marzo de 2019. La Sala de prensa del Edificio Histórico ha sido escenario hoy de la presentación del tomo II de las Cartas eruditas y curiosas (1742-1750), de Benito Jerónimo Feijoo, en edición crítica del Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Oviedo. En la rueda de prensa han intervenido el rector, Santiago García Granda; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu, Roberto Sánchez Ramos; y la directora del Instituto, Elena de Lorenzo. La edición de la obra ha estado a cargo de Inmaculada Urzainqui, Eduardo San José y Rodrigo Olay, que han contado como colaboradores con Pedro Álvarez de Miranda, Silverio Cerra Suárez (†), Emilio Martínez Mata y Jorge Ordaz Gargallo. Este hace el tercero de los dieciséis tomos previstos en el proyecto de las Obras completas del padre Feijoo, realizado por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII con la ayuda de la Universidad de Oviedo y del Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu. Con este segundo tomo de las Cartas eruditas y curiosas (1742-1760) (Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVII/ Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu / KRK Ediciones, 2018) se continúa la edición crítica de sus Obras completas, promovida por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII (Universidad de Oviedo) con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu. Proyectada por el profesor José Miguel Caso González (†), tuvo su primera materialización en el tomo I, Bibliografía (1981), elaborado por Caso González y Silverio Cerra Suárez (†) con objeto de censar, como fundamento necesario, todas las obras de y sobre Feijoo aparecidas desde su salida al público en 1726 hasta ese momento. Habiéndose tenido que detener el proyecto por diversas circunstancias, el Instituto se ha propuesto llevarlo adelante —por un equipo dirigido por Inmaculada Urzainqui, investigadora titular del mismo y catedrática de Literatura Española—, comenzando por las Cartas eruditas y curiosas, la segunda gran obra de Feijoo que, por no haberse vuelto a publicar desde el siglo XVIII, ha parecido más necesario poner en circulación Tras la publicación de las Cartas eruditas y curiosas (cinco vols.), el proyecto contempla ir dando a la luz el Teatro crítico universal (ocho vols. más el Suplemento), el Epistolario, la Poesía, y los demás escritos que salieron de su pluma. Pocos autores han dejado una huella más honda en la cultura española que el sabio benedictino Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764). Sería difícil entender la Ilustración sin tomar en cuenta su decisivo papel para dar a conocer en España las nuevas corrientes del pensamiento europeo y abrir el camino a la crítica y el experimentalismo racionalista. Aunque es sabido que los orígenes y primer desarrollo de ese gran movimiento reformista han de buscarse en la obra de los novatores, ninguno tuvo su poderoso aliento renovador ni su capacidad de influencia en el gran público. Desde 1726, en que aparece el primer tomo del Teatro crítico universal, y hasta mucho después de su muerte, no hubo autor más leído ni más controvertido que Feijoo, como reflejan las reediciones de sus obras y los innumerables escritos a favor o en contra de sus ideas y planteamientos críticos. También la historia literaria le otorga un puesto de primer orden en la formación del innovador género del ensayo y en la modernización de la prosa castellana. Las Cartas eruditas y curiosas, que emprende en 1742 y continúa publicando hasta 1760 (5 vols.), responden a un propósito similar al del Teatro crítico («sin variar el género ni el designio, pues todo es crítica, todo instrucción en varias materias»). Varía el nuevo formato —epistolar— que elige, muy a propósito para dar curso público a diversas cartas escritas en respuesta a consultas de sus lectores y para afrontar nuevos asuntos o volver sobre los ya tratados desde una perspectiva comunicativa más ágil y distendida. Aunque la obra sea en sus propósitos y líneas temáticas una continuación del Teatro, presenta rasgos que la diferencian: el tratamiento monográfico de diversos escritos, el superior espacio concedido a proponer a gobernantes y autoridades medidas de política social y cultural que favorezcan el progreso del país, la mayor preocupación por orientar el sentido moral de sus lectores, y la declaración subjetiva de aspectos significativos de su personalidad y de su actividad como escritor.