Gracias a la implantación de los requisitos técnicos necesarios El Corredor Atlántico podrá recibir financiación europea a partir de 2021 Con la incorporación de los nuevos itinerarios de la Red Básica ferroviaria, la conexión A Coruña-Vigo-Ourense-Monforte-León, así como la conexión asturiana, serán elegibles para la financiación contemplada para los corredores de la Red Básica en el reglamento CEF · El Corredor Atlántico, que beneficiará especialmente a los tráficos de mercancías en nueve comunidades autónomas (Galicia, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, País Vasco, Castilla-La Mancha, Madrid y Cantabria), contempla una inversión global por valor superior a 41.000 M€
Valladolid/Gijón.- Adif trabaja en el desarrollo de todas las actuaciones previstas en el Corredor Atlántico, incluyendo la modernización de infraestructuras, la construcción de conexiones ferroportuarias y la instalación del sistema ERTMS, con el objetivo de optar a recibir financiación europea a partir de 2021.
Esto será posible gracias a la incorporación de los nuevos itinerarios de la Red Básica ferroviaria, como la conexión A Coruña-Vigo-Ourense-Monforte de Lemos-León y la conexión asturiana, que serán elegibles para la financiación contemplada para los corredores de la Red Básica en el reglamento CEF (Connecting Europe Facility), pues cumplirán los requisitos técnicos de interoperabilidad que se exigen. El Corredor Atlántico, que beneficiará especialmente a los tráficos de mercancías en nueve comunidades autónomas (Galicia, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, País Vasco, Castilla-La Mancha, Madrid y Cantabria), contempla una inversión global por valor superior a 41.000 millones de euros. Actualmente, las actuaciones pendientes de ejecutarse ascienden a 16.872 millones de euros, de los que 3.558 millones corresponden a la zona Noroeste (Galicia, Asturias y León). De estos últimos, 2.265 millones son de nueva construcción.
El Ministerio de Fomento y Adif van a asumir la financiación íntegra de actuaciones que no forman parte estrictamente del Corredor Atlántico desde el punto de vista europeo (y que no pueden formar parte en esta renegociación de Corredores, dado que no se contemplaron como parte de la Red Básica en su momento), pero que son considerados prioritarios por su valor complementario del Corredor Atlántico europeo. Además, el Gobierno trabaja ya en la próxima revisión del Reglamento de Orientaciones que se realizará en 2023, donde se podrá redefinir la Red Básica y, con ello, incorporar al Corredor europeo algunas relaciones que no se pueden incorporar en esta revisión. De este modo, se permitirá a estas relaciones acceder a las posibilidades de financiación europea correspondiente, al tiempo que se ofrece, para este fin, un diálogo a Comunidades Autónomas y sector privado.
Actuaciones previstas en el Corredor Atlántico
Además de las actuaciones orientadas a modernizar la red (electrificación, implantación del ERTMS o duplicación de vías), el Corredor Atlántico incluye las conexiones ferroportuarias y otras instalaciones logísticas, que serán elegibles para la financiación europea CEF. El mecanismo de financiación de este tipo de conexiones (fondo de accesibilidad terrestre, financiación privada y financiación de las propias Autoridades Portuarias) es diferente al de la red ferroviaria general, y por ello no se ha considerado su importe en la inversión pendiente total.
También están contempladas la salida ferroviaria sur de Vigo y la conexión entre Ourense y Lugo. Estas actuaciones no forman parte de la Red Básica y, por lo tanto, no forman parte del Corredor Atlántico europeo en sentido estricto, pero sí están dentro de las actuaciones previstas y tienen contempladas dotaciones a tal fin.
Por otro lado, todo el Corredor Atlántico tendrá implantado el sistema ERTMS y la electrificación en el año 2030, tal y como establecen los requisitos europeos, pero no dispondrá inicialmente de vía de ancho estándar o UIC (1.435 mm), ya que no es exigible para los corredores de la Red Básica ferroviaria en el horizonte del año 2030. No obstante, la implantación del ancho estándar es un objetivo a medio/largo plazo, y se planificará por fases para no perjudicar a los operadores ferroviarios actuales y potenciales ni dejar aislados a los puertos. En este sentido, el Ministerio de Fomento está trabajando sobre una Estrategia que contemple, entre otros, este aspecto.