El motivo de nuestra convocatoria tiene como primer objetivo, presentarnos públicamente, como “Comisión de la muyer“ dentro de la Coordinadora Asturiana en defensa de las pensiones públicas y dentro también del marco de reivindicaciones de la coordinadora estatal.
Somos un grupo de mujeres, diverso, intergeneracional e intercultural. No somos una asociación de mujeres pensionistas al uso. Somos un colectivo de mujeres, unas jubiladas, otras amas de casa, otras trabajadoras… que tienen como objetivo una lucha común:
acabar con la BRECHA DE GÉNERO en nuestra vida laboral y en nuestras pensiones.
A continuación, queremos presentaros nuestras motivaciones y reivindicaciones:
Las mujeres accedemos a un MERCADO LABORAL precarizado donde tenemos menos opciones y encontramos condiciones de explotación por las condiciones laborales, los tipos de los contratos, la temporalidad. La división de género del trabajo nos condena, además de al desempleo en un 19%, a trabajos precarios, discriminación laboral, a una BRECHA SALARIAL del 23% que nos conduce a situaciones de pobreza, con mayor incidencia en las mujeres mayores de 45 años. Recordemos que, en el caso de Asturias, es aún más sangrante si cabe, pues encabezamos esos tristes datos de brecha de género situándonos en tasas de brecha salarial de casi un 30% de diferencia salarial entre hombres y mujeres. Hoy mismo, se publicaban datos en relación a la subida media de los salarios en Asturias que ponían de relieve esa enorme brecha, reflejando que, la subida de los salarios de los hombres subía más de un doble que el de las muyeres. Dicha brecha nos obliga a trabajar “gratuitamente” 54 días al año, nos enfrenta a un techo de cristal para acceder a puestos de decisión y poder. Y, como consecuencia, nuestras pensiones son más bajas, por lo que también en este tramo de nuestra vida sufrimos pobreza y desigualdad por el hecho de ser mujeres. La precariedad laboral nos arroja a la pobreza. Las mujeres presentamos trayectorias laborales más cortas, menos días de cotización, bases de cotización más bajas, trabajos peor remunerados, y además, la interrumpimos en las edades asociadas con la maternidad y el cuidado de los hijos, produciéndose esta Brecha de Género, que se traslada muchísimo más agravada a nuestra vejez.
En la actualidad 1 millón de mujeres de más de 65 años carecen de pensión y viven de las migajas de las pensiones de sus maridos. Tres de cada cuatro mujeres solo pueden acceder a una pensión no contributiva. Y las que acceden lo hacen con una cuantía del 36% menor que los hombres. Más de 1,5 millones de mujeres perciben pensiones por debajo de 500 euros. Las pensiones de viudedad. En su mayoría son mujeres que reciben la mitad de la pensión de su marido.
Las mujeres realizamos el TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS aun cuando estamos jubiladas. Lo que nos aboca a una situación de desigualdad y a la pobreza diaria y futura, por el hecho de ser mujeres.
Nosotras defendemos vidas dignas con acceso a los RECURSOS NECESARIOS como la energía, el agua o los alimentos más aún cuando somos mayores.
Nosotras, formamos parte de un proceso de transformación radical de la sociedad, de la economía, de las relaciones, de la cultura. Con la fuerza colectiva hemos ido abriendo espacios y consiguiendo algunos cambios, pero no todos ni para todas. Nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, por la expulsión de nuestras viviendas, por el racismo y la no corresponsabilidad ni de los hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados. Por eso la Comisión 8 de marzo del movimiento feminista convoca una huelga feminista en 2019. Una huelga en todos los espacios de la vida que va más allá de lo que tradicionalmente se ha entendido como huelga general. Porque la participación de las mujeres es nuclear en todas las esferas de la vida, y la huelga tiene que alcanzar, además del ámbito laboral, otros trabajos y espacios: el de los cuidados, el consumo, la vida estudiantil y asociativa. La huelga es de todas, la construimos entre todas para que cada una de nosotras pueda participar y tenga su espacio en la huelga feminista. Sabemos que las posibilidades para participar en la huelga pueden ser distintas para cada una, pues estamos atravesadas por desigualdades y precariedades que nos sitúan en lugares muy diversos frente al trabajo asalariado, los cuidados, el consumo, el ejercicio de nuestros derechos, la formación y la participación ciudadana según nuestra procedencia, la clase, la “raza”, la situación migratoria, la edad, la orientación sexual, la identidad y/o expresión de género y las distintas habilidades. Por eso la huelga feminista es una propuesta abierta en la que todas podemos encontrar una forma de participar. Desde este movimiento intergeneracional y desde esta “Comisión de la Muyer” que, dentro de la Coordinadora Asturiana en Defensa del Sistema Público de Pensiones, hacemos nuestras las reivindicaciones del movimiento feminista.
Por eso, realizamos un LLAMAMIENTO expreso a las trabajadoras y trabajadores A SECUNDAR MASIVAMENTE LA HUELGA DE 24 HORAS DEL DÍA 8 DE MARZO. Así mismo, a la población en general, para que secunde la HUELGA DE EDUCACIÓN, CONSUMO Y CUIDADOS, como vía para impulsar el cambio real y efectivo en igualdad.