Parlamento de Asturias.-Es un recuerdo, un homenaje, a los 23 parlamentarios asturianos -elegidos por Asturias o por otras circunscripciones- que formaron parte de las Cortes Constituyentes surgidas de las primeras elecciones democráticas celebradas tras la muerte de Franco. Fueron "gigantes de la reconciliación" y "verdaderos protagonistas del sistema de libertades que selló la Constitución aprobada por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978", en palabras pronunciadas por el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo, en la presentación del libro Parlamentarios asturianos de 1977. La transición en Asturias de la Dictadura a la Autonomía.
La publicación, promovida por el Parlamento asturiano, en colaboración con la Fundación José Barreiro y la Fundación Indalecio Prieto, permitió reunir, 41 años después, a cuatro de ellos en el Palacio de la calle Fruela: el presidente de la Fundación Indalecio Prieto y ex diputado del PSOE y de IU Alonso Puerta, María Izquierdo (PSOE), Emilio García Pumarino (UCD) y Alfredo Prieto (UCD). En el acto también estuvieron presentes la viuda del senador Atanasio Corte y el hijo del también senador Honorio Díaz. Todos ellos, acompañados por miembros de la Mesa, la Junta de Portavoces y diputados de la Cámara y diversas personas que quisieron compartir el momento.
En la imagen superior, el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, con María Izquierdo, Alonso Puerta, el director de la Fundación José Barreiro, Adolfo Fernández , Emilio García-Pumarino y Alfredo Prieto. Sobre estas líneas, de izquierda a derecha, la Jefa del Servicio de Biblioteca, Documentación y Archivo del Parlamento asturiano, Josefina Velasco, Adolfo Fernández, Emilio García-Pumarino, Alonso Puerta, Pedro Sanjurjo, María Izquierdo, Javier Rodríguez, Alfredo Prieto y José María Fernández Hevia, ayudante de archivo de la Junta General. En la foto de la derecha, un momento del acto. (Fotos: José Vallina)
El recuerdo a la transición, a la generosidad y a la capacidad de renuncia de todas las organizaciones políticas que formaban parte de aquellas Cortes, constituyeron el hilo conductor de todas las intervenciones, así como la necesidad de recuperar el diálogo, los pactos y los acuerdos que hicieron posible la recuperación de la democracia y las libertades para España. Como explicó el coordinador de la obra, el historiador Javier Rodríguez Muñoz, "la transición no fue un camino de rosas"; por el contrario, "hubo muchos conflictos y tensiones y la falta de mayorías obligó a cesiones y acuerdos" para aprobar la primera Constitución consensuada de la historia de España. "Supieron dejar al margen las diferencias y negociar. Eso implica ceder y aceptar la postura del otro", dijo.
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