"En plena oleada de incendios presuntamente intencionados, hemos exigido a la Comisión Europea la realización de una inspección para comprobar si las zonas quemadas reciben las ayudas de la PAC., no vayan ser un coladero", piden desde la Coordinadora Ecoloxista d´Asturies. Según establece el Real Decreto 1075/2014, de 19 de diciembre, sobre aplicación de pagos directos a la agricultura y a la ganadería, las zonas quemadas no pueden recibir ayudas de la PAC. "Pues estas son ayudas para el mantenimiento de superficies consideradas pastos. Por tanto el Gobierno de Asturias está obligado a excluirlas de dichos pagos", afirman.
Por ello "hemos solicitado a las autoridades europeas que inicien una inspección para comprobar si el Gobierno de Asturias ha excluido las zonas quemadas de las ayudas PAC, tal y como establece la normativa comunitaria. En su momento habíamos solicitado al Principado información al respecto sobre si estas parcelas quemadas estaban recibiendo ayudas de la PAC, pero no obtuvimos respuesta. Por lo que las sospechas son muchas", denuncian.
En el año 2017 se quemaron en Asturias 25.169 hectáreas. "En nuestra denuncia a Europa acompañamos una relación de las parcelas afectadas con información sobre el municipio, el lugar, el paraje, el polígono, el recinto y el uso de cada una de estas parcelas, para que desde la Comisión Europea crucen datos y comprueben las que han sido beneficiadas con ayudas, procediendo a su retirada, así como a una hipotética sanción a Asturias ante las posibles irregularidades cometidas de forma continuada".
Recordemos que en Asturias, en marzo de 2017, se aprobó una modificación de la Ley de Montes por la cual se dejó de acotar al pastoreo las zonas quemadas. "Siendo así la única Comunidad Autónoma de todo el Estado Español y la única región de Europa donde no se acotan al pastoreo estas zonas. Los acotamientos al pastoreo tienen como finalidad la regeneración y recuperación de los terrenos quemados, particularmente en los primeros meses y en las zonas con pendientes más acusadas, que es cuando el terreno es más sensible a la erosión hasta que la vegetación fija el suelo adecuadamente y se restablece la situación previa al incendio".
Tal modificación "resultó un fraude que abrió las puertas a la proliferación de incendios, siendo varios los técnicos y profesionales que en su momento advirtieron que una modificación de ese calado traería dichas consecuencias. Según las estadísticas oficiales de la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias y las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales de Bomberos de Asturias (BRIPAS), el 80% de los fuegos forestales tienen como origen la creación de pastos", concluyen.