- Es un procedimiento quirúrgico poco invasivo que combina una laparoscopia guiada por imagen de fluorescencia con la radiolocalización del tejido por medio de una sonda detectora
- Mejora la precisión diagnóstica y rebaja el tiempo de intervención y recuperación de la paciente, al evitar la cirugía abierta
Los servicios de Ginecología y Medicina Nuclear del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) han incorporado una nueva técnica que permite detectar y extraer ganglios linfáticos para practicar biopsias en tumores ginecológicos sin necesidad de realizar cirugía abierta. Este procedimiento quirúrgico, mínimamente invasivo, combina una laparoscopia guiada por imagen con la radiolocalización de este tejido a través de una sonda detectora.
La biopsia selectiva del ganglio centinela (BSGC) permite obtener información sobre la extensión linfática de los tumores, sin necesidad de extraer todos los ganglios linfáticos de las cadenas ganglionares por las que potencialmente puede producirse una metástasis. Esto es importante porque extraer todos los ganglios de una región puede provocar edemas graves.
Este tipo de técnica es una intervención reducida, en la que solo se sacan entre uno y cuatro ganglios, y que ha permitido disminuir drásticamente los edemas, mejorando significativamente la calidad de vida de las pacientes. Además, la extracción de los ganglios más próximos permite realizar una mejor estadificación de los tumores, lo que contribuye a un mejor tratamiento de las pacientes.
Para realizar esta práctica, el día de antes de la intervención, el servicio de Medicina Nuclear realiza una técnica que se conoce como SPEC TC y que permite fusionar la imagen de una cámara de rayos gamma con la radiológica para ofrecer una información más precisa de órganos y estructuras anatómicas complejas o de más difícil diagnóstico como la pelvis. Para esta prueba se administra a la paciente, por vía peritumoral, un radiofármaco coloidal que se fija a los ganglios linfáticos que drenan el tumor.
Esta exploración permite obtener imágenes tridimensionales de alta calidad para conocer de forma no invasiva la localización de los ganglios que se extraerán al día siguiente, lo que facilita planificar la intervención.
El mismo día de la operación, se inyecta un colorante fluorescente que se acumulará en el sistema linfático y facilitará su localización mediante una cámara laparoscópica de fluorescencia. Una vez hallados, se exploran con una nueva radiosonda laparoscópica con la que se ha dotado al HUCA para identificar cuáles son los centinelas, de forma que solo se extraen los ganglios imprescindibles para el diagnóstico. Posteriormente se envían a Anatomía Patológica para comprobar si están invadidos o no por el tumor.
El servicio de Ginecología del HUCA está entre los pioneros del país en la puesta a punto de esta técnica laparoscópica con imagen de fluorescencia y el de Medicina Nuclear es uno de los pocos que dispone de una sonda de radiolocalización laparoscópica e inalámbrica. Esta novedosa tecnología, sin cables, de reciente incorporación al hospital asturiano, permite que toda la sonda pueda ser esterilizada, lo que evita la necesidad de recubrimientos estériles y facilita su uso durante la cirugía.
Aporta, además, importantes beneficios para las pacientes,unas 50 al año, ya que reduce el tamaño de las cicatriz quirúrgica y las molestias postoperatorias. También disminuye la estancia hospitalaria y el riesgo de linfedemas y otras complicaciones de la cirugía abierta.