La diputada de FORO y portavoz de Recursos Naturales en la Junta General, Carmen Fernández, ha salido esta mañana en defensa de los mariscadores asturianos, en concreto, sobre los que se dedican a arrancar percebes, “es inadmisible que, un año más, las pérdidas por el furtivismo las paguen los perceberos cuando la responsabilidad de vigilar las costas es del Gobierno asturiano”.

Un año más, cuando llega la campaña navideña, sin duda la más esperada por los mariscadores “aparecen los furtivos y los sueños de los perceberos profesionales se ven tumbados”, afirma Fernández, quien explica que “es evidente que desde la administración socialista no se protege este oficio ni la fauna, mientras no se sancione fuertemente al furtivismo estos seguirán robando a los mariscadores y provocando desequilibrios en la especie”.

La diputada señaló que el pasado año fueron las piedras ‘Maseda’ y ‘Cabo Vidio’, este año en Ortiguera y Puerto de Vega, y ante esto “la administración impasible”. Fernández recordó que el sector se reunió con el Principado el pasado mes de agosto y el furtivismo “fue la mayor preocupación que se le trasladó”, en este sentido, ha sentenciado que “como todos los años el Principado engaña al sector, en agosto les tranquilizó anunciando nuevas medidas de control que aún no se han puesto en marcha”.Para Fernández, el Seprona y la guardería del Principado tienen que organizar sus tareas para controlar a los furtivos,  “urge vigilar las costas durante la noche, los domingos y festivos que es cuando actúan los ilegales, no mientras están trabajando los mariscadores para buscar posibles multas administrativas”, señaló.

 “Los mariscadores –añadió- tienen unas normas que cumplir y, por supuesto, que se les debe exigir su cumplimiento pero la administración tiene otra que es velar por le cumplimiento de la ley, los furtivos son mucho más dañinos para la conservación de la especie que los mariscadores, hasta la fecha se multa a quien se pasa cien gramos de lo permitido pero no a quienes arrancan 2.500 kilos”. Con esta situación, lamenta Fernández, “un año más los mariscadores que cumplen todos los requisitos legales no pueden obtener beneficios en sus campañas porque los furtivos tiran los precios y, peor aún, ponen en peligro el mantenimiento de la especie”.