El fin de la minería de carbón en España: los 8 aspectos a tener en cuenta según un análisis de IIDMA El análisis del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) pone de manifiesto la pérdida de importancia del sector carbonífero en España, cuyo valor de producción en 2016 supuso tan sólo el 2,9% del total del sector minero y un 0,007% del PIB nacional. Muestra una disminución drástica en el número de trabajadores, que han pasado de casi 30.000 en 1994 a poco más de 2.000 en octubre de 2018. Para lograr una transición justa con éxito debe llevarse a cabo una reconversión económica de las zonas mineras que se apoye en elementos como la planificación y cooperación, además de establecer un marco legal adecuado que apoye las medidas.
Madrid- El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) ha publicado un análisis sobre el estado de la minería de carbón en España, a poco tiempo de la fecha marcada por la UE para el fin de las ayudas a las minas de carbón en el marco del Plan de Cierre de Minas: el 31 de diciembre de 2018. Este fin no es repentino: el análisis muestra que el proceso de fin del carbón lleva en marcha desde los años 90 y el Plan de Cierre se adoptó en 2013. En el análisis se exponen los principales datos del sector, actualizados a octubre de 2018 con la información disponible en el Acuerdo Marco para una Transición Justa de la Minería del Carbón, formalizado en Real Decreto-ley por el Consejo de Ministros del viernes 21 de diciembre. Esta norma prevé, entre otras medidas, la creación de una bolsa de trabajo que facilitará la participación en cursos formativos y de orientación de los trabajadores de las cuencas, en el marco de planes para facilitarles el acceso a los nuevos yacimientos de empleo relacionados, principalmente, con la transición energética. Además de analizar los principales obstáculos existentes, el análisis también indica las soluciones y los elementos clave para el éxito de la transición: planificación y cooperación entre actores políticos, económicos y sociedad civil, o la previsión de la reestructuración económica de las regiones. “Como muestra nuestro análisis, el sector del carbón está en claro declive y tiene un papel residual dentro de la economía española. Su fin es inevitable, no sólo en España sino en toda Europa, ya que la Decisión 2010/787/UE prevé el cierre de las minas europeas no competitivas incluidas en dicha Decisión. Ahora, las prioridades lograr que el proceso de transición de las cuencas mineras sea ordenado y progresivo y apoyándose en un marco legal adecuado, ingrediente fundamental para que las medidas a implementar garanticen una transición justa para todos los trabajadores y comunidades afectadas. El primer paso ha sido el Acuerdo entre Sindicatos y Gobierno firmado el pasado 24 de octubre, que representa un logro para iniciar el proceso” afirma Ana Barreira, directora del IIDMA. “En nuestro análisis hemos indicado algunos de los casos de éxito en regiones mineras de otros países, que han conseguido llevar a cabo una transición de manera exitosa gracias a la implementación de actividades económicas alternativas no deslocalizables. La planificación, la cooperación entre actores, así como la participación de la sociedad civil y el fomento de una formación profesional específica son otros de los elementos fundamentales para que la transición se lleve a cabo con buenos resultados”, añade Massimiliano Patierno, ingeniero medioambiental del IIDMA.
Los 8 aspectos clave del fin del carbón Cierre de 130 explotaciones en menos de tres décadas: el sector ha pasado de 146 explotaciones de carbón a principio de los años 90 a las 12 que quedaban abiertas a finales de 2017, situadas en Asturias (8), Castilla y León (2) y Aragón (2). Desaparición de más de 25.000 empleos desde 1994: de los 30.000 mineros que existían en 1994 tan sólo quedaban 2.000 en octubre de 2018. De ellos, casi el 80% trabajaba en Asturias mientras que el resto se repartía entre Castilla y León (320 mineros) y Aragón (89 mineros).
Marcada caída en el valor de producción: se ha pasado de extraer más de 30 millones de toneladas de carbón en 1993 a menos de 3 millones en 2017, según datos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). ¿Su valor? En tan sólo un año (periodo 2015-2016), cayó de 151 millones de euros a 83, lo que supone un 2,9% del sector minero en su conjunto y un 0,007% del PIB nacional. Plan de cierre: el sector, en evidente declive, ha sobrevivido en los últimos años gracias a las ayudas del Plan de Cierre, concedidas de conformidad con la Decisión 2010/787/UE. Esta establecía que las minas no competitivas podían recibir subvenciones para cubrir las pérdidas de la producción corriente, así como costes excepcionales, a cambio de cerrar como muy tarde en diciembre de 2018. De no ser así, habrían tenido que devolver los subsidios recibidos. Dentro de este Plan se incluyeron casi todas las explotaciones españolas, con concreto 26 unidades de producción pertenecientes a 15 empresas mineras. Sin embargo, muchos otros países de la UE también decidieron elaborar estos planes de cierre, entre ellos Alemania, Polonia, y Rumanía, lo que muestra que la situación de España no es excepcional.
Los países con más minas de Europa: según datos de 2015 de la Comisión Europea, el país donde había más minas era Polonia, anfitriona de la COP24 2018, que contaba con 35 y, tras ella, Alemania y Bulgaria, que contaban con 12 minas cada una. Entre los Estados miembro analizados por la CE sumaban 102 minas incluidas bajo la Decisión europea y 180.000 trabajadores, la mitad de ellos en Polonia.
Los obstáculos a la transición: el cierre de las minas de carbón, algo inevitable, y el Acuerdo entre Gobierno y Sindicatos firmado el pasado 24 de octubre, sellaron el principio del fin de esta minería. El proceso de transición de las cuencas mineras que acompañará este cierre tendrá que enfrentarse a diferentes obstáculos: monocultivo industrial, ausencia de sectores alternativos, despoblación y envejecimiento, identidad minera de la población y personal con baja formación. Elementos clave para garantizar una transición exitosa: el análisis de IIDMA identifica los principales pilares sobre los que tiene que basarse un proceso de transición exitoso apoyado en este Acuerdo. El principal es que la población y los políticos a nivel local tome conciencia del fin inevitable del carbón. Además, es necesaria la planificación y cooperación entre compañías, inversores y gobiernos, con la participación de la sociedad civil. Asimismo, es necesario un marco legal adecuado que apoye las medidas y la creación de centros de formación profesional enfocados a las nuevas actividades económicas para favorecer la reconversión.
Reconversión económica de las regiones mineras: diferentes experiencias a nivel europeo (Ver recuadro abajo) nos muestran casos de éxito de los que podría tomar ejemplo España. La mayoría de las soluciones que han funcionado se han basado en fomentar actividades no deslocalizables, la mayoría relacionadas con las siguientes áreas: sectores verdes y economía circular, ocio y cultura (canalizar turismo mediante la creación áreas recreativas y/o reconversión del patrimonio minero…) e I+D+i. Estas actuaciones, además de reactivar la economía de la zona, servirían para atraer a estas zonas a jóvenes formados, lo que contribuiría a combatir la despoblación.