Por Tony Philips
NASA
La Tierra está a punto de atravesar una corriente de polvo del cometa Halley, lo cual da origen a la lluvia anual de meteoros Oriónidas. Los científicos pronostican que más de 15 meteoros por hora cruzarán el cielo en la mañana del sábado 22 de octubre, momento en el cual la lluvia alcanzará su punto de máxima intensidad.
"A pesar de que ésta no es la lluvia de meteoros más grande del año, definitivamente vale la pena salir de la cama para verla", dice Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA. "El escenario se llenará de dinamita".
Las Oriónidas están enmarcadas por algunas de las constelaciones más brillantes y hermosas del cielo nocturno. Los meteoros emergen del poderoso Orión, el homónimo de la lluvia. Desde allí, pasan como si fueran un rayo a través de Tauro, el toro, los gemelos de Géminis, Leo, el león y el Can Mayor (que alberga a Sirio, la estrella más brillante de todas).
"Este año, la Luna y Marte serán parte del espectáculo. Formarán dos vértices de un triángulo celestial en el Este, el sábado por la mañana, mientras la lluvia alcanza su máxima actividad; Régulo es el tercer vértice. El azulado Régulo y el rojo Marte son casi de primera magnitud, de modo que resultan fáciles de ver al lado de la Luna creciente (35%).
El equipo de Cooke, en la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, buscará las Oriónidas que verdaderamente golpeen la Luna.
"Las corrientes de polvo cometario, como la de Halley, son tan anchas que todo el sistema Tierra-Luna cabe dentro de ellas. En consecuencia, cuando hay una lluvia de meteoros en la Tierra, generalmente hay otra también en la Luna. Sin embargo, a diferencia de la Tierra, la Luna no tiene una atmósfera que intercepte meteoroides. Los trozos de residuos y polvo caen a la superficie y explotan en el sitio en el cual golpean. Los destellos de luz ocasionados por el calentamiento térmico de las rocas lunares y del polvo de la Luna son tan brillantes que en ciertas ocasiones se pueden ver por medio de telescopios caseros.
"Desde que iniciamos nuestro programa de monitorización en el año 2005, nuestro equipo ha detectado más de 250 meteoros lunares", afirma Cooke. "Algunos explotan con una energía que excede los cientos de kilogramos de TNT (trinitrotolueno)".
Hasta el momento, han detectado 15 Oriónidas que golpearon la Luna ("dos en 2007, cuatro en 2008 y 9 en el año 2009"), recuerda Cooke. Este año esperan agregar más. Alrededor del 25% del terreno oscuro de la Luna quedará expuesto a la corriente de polvo del cometa Halley, lo cual proporciona al equipo de investigaciones millones de kilómetros cuadrados para buscar explosiones.
Observar los meteoroides que golpean la Luna es una buena manera de aprender sobre la estructura de las corrientes de polvo cometario y la energía de las partículas que allí hay. También permite a Cooke y a sus colegas calcular los factores de riesgo para los astronautas que, algún día, caminarán sobre la superficie lunar nuevamente.
"Salir a ver las Oriónidas podría no ser una buena idea para quien camine en la Luna", dice Cooke.
Pero sí es una buena idea para el resto de nosotros. Configure la alarma de su reloj algunas horas antes del amanecer el próximo sábado y disfrute del espectáculo.