Un grupo de activistas ha subido a la torre de refrigeración para realizar un dibujo de grandes dimensiones contra el carbón mientras otro se encuentra en la zona de descarga del mineral
A tres días del inicio de la cumbre de Polonia, Greenpeace exige el fin del carbón como primer paso de una política más ambiciosa frente a la urgencia climática
Naturgy debe anunciar el cierre de sus térmicas de carbón y comprometerse a desinvertir en el carbón para alinearse con la lucha climática
La antigua Gas Natural es la segunda empresa que más cambio climático provoca en España y está entre las 20 compañías carboneras más contaminantes de Europa
A primera hora de la mañana, activistas de Greenpeace han accedido de forma pacífica al recinto de la central térmica de Meirama en A Coruña, (operada por Naturgy) para exigir el cierre por su impacto climático y en la salud. Los activistas portan pancartas con los mensajes “Apaga el carbón” y “No al carbón”.
Un grupo de activistas ha ocupado la zona de descarga de carbón, mientras que otro equipo de escaladores y escaladoras ha subido hasta la torre de refrigeración con la intención de realizar un gran dibujo de una grieta que simbolice la situación de la industria de la quema de carbón y poner de manifiesto la necesidad de dar paso a un sistema 100% renovable.
Con esta acción de protesta pacífica, y a tres días del inicio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático en Polonia (COP24), los activistas denuncian que el carbón es el principal responsable del cambio climático en el mundo y Naturgy la segunda empresa que más cambio climático provoca en España además de estar entre las veinte compañías carboneras más contaminantes de Europa.
Según un reciente informe publicado por la plataforma ‘Europe Beyond Coal’, Naturgy es responsable de 178 muertes prematuras, 6.000 ataques de asma en población infantil, 136 casos de bronquitis en adultos y más de 500 millones de euros en costes a la salud de la sociedad española.
La compañía eléctrica es propietaria de tres centrales térmicas de carbón, más la térmica de Anllares (León) que comparte en propiedad con Endesa. Naturgy ya anunció en 2016 que no alargaría la vida de su térmica de Anllares. Sin embargo, Naturgy no ha comunicado nada de qué hará con sus otras térmicas de carbón que tiene en Galicia (Meirama), Asturias (Narcea) y León (La Robla).
“Es hora de que Naturgy asuma un compromiso urgente y real en la lucha contra el cambio climático y la transición energética y anuncie que no invertirá en alargar la vida de sus térmicas de carbón y por tanto las cerrará en el año 2020 como muy tarde y que asegure que las centrales nucleares en las que participa se van a cerrar a medida que vayan finalizando sus actuales licencias de explotación”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
La Central Térmica de Meirama, ubicada en la localidad de Cerceda, A Coruña, es la central térmica más contaminante de la eléctrica y ocupa el puesto 64 en emisiones contaminantes de las 266 centrales que se han analizado en Europa, siendo responsable de 55 muertes prematuras y unos costes en salud que superan los 150.000 euros por sus emisiones en 2016.
Por todo ello, Greenpeace quiere poner el foco en la necesidad de medidas urgentes y ambiciosas, como el fin del carbón y el resto de energías sucias y su sustitución por renovables, para frenar este grave problema con una intensa campaña de movilizacio? y sensibilización.
Para la organización ecologista es imprescindible establecer un calendario para el abandono de todas las energías sucias y su sustitución por energías renovablescon participación de la ciudadanía, de forma que las centrales nucleares se cierren a medida que vayan finalizando sus actuales licencias de explotación y se establezca el año 2025 como fecha límite para el cierre de las centrales térmicas de carbón (1).
“El primer paso para que haya una transición que sea ordenada y justa con las personas afectadas es la planificación. La transición energética es una oportunidad para la creación de nuevos empleos sostenibles y para nuestra salud y la del planeta. Para abordarla necesitamos urgencia y valentía a todos los niveles: político, empresarial y social”, ha añadido Nuño. “Un gobierno y una empresa que quieran demostrar su compromiso en la lucha contra el cambio climático lo primero que tienen que hacer es poner fecha de caducidad al uso del carbón”.
Otras movilizaciones
Greenpeace y la plataforma ‘Un futuro sin carbón’, de la que forma parte junto con las principales organizaciones medioambientales de España (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Fundación Renovables, IIDMA, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, SEO Birdlife y WWF) y una veintena de colectivos ecologistas locales, participará estos días en movilizaciones ciudadanas previstas en una veintena de puntos de la geografía española para pedir el fin del carbón y su sustitución por fuentes de energía limpias.