La obesidad es una enfermedad que padecen muchas personas en todo el mundo. Esta pone en riesgo su salud, ya que la grasa que se acumula en su cuerpo provoca que los órganos internos no puedan funcionar correctamente. Además, hay que tener en cuenta que existen una serie de factores no modificables, como por ejemplo la edad y los antecedentes familiares, que incrementan las probabilidades de que se desarrollen ciertas enfermedades relacionadas con la obesidad.

En base a la grasa corporal, son consideradas personas obesas aquellas cuyos niveles de grasa corporal son superiores a los valores normales, los cuales son del veinte al treinta por ciento de grasa corporal en función al peso total en las mujeres adultas y del diez al veinte por ciento en los hombres adultos.

¿Qué tipos de obesidad hay según el Índice de Masa Corporal?

Este índice se utiliza para medir el nivel de grasa corporal y se calcula dividiendo el peso entre la estatura al cuadrado. Existen diversos grados de obesidad según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y la Organización Mundial de la Salud, los cuales se clasifican de la siguiente manera: normopeso, sobrepeso, obesidad tipo 1, obesidad tipo 2, obesidad tipo 3 y obesidad tipo 4.

Cabe destacar la obesidad tipo 3 o mórbida y la obesidad tipo 4 o extrema, ya que las personas que las padecen pueden presentar diversas complicaciones y enfermedades asociadas a las mismas. En estos casos el ejercicio y las dietas no son suficientes, por lo que tendrían que recurrir a algún tipo de cirugía.

Otras clasificaciones de la obesidad

La clasificación de la obesidad según la distribución de la grasa, tomando como referencia la medida de la cadera y de la cintura, es la siguiente: obesidad central, cuando el exceso de grasa se acumula sobre todo por encima o a la altura de la cintura, obesidad periférica, cuando lo hace por debajo de la cintura, y obesidad homogénea, cuando se reparte de manera uniforme por todo el cuerpo.

Otra forma de clasificar la obesidad es según su causa: obesidad genética, obesidad dietética, obesidad por desajustes en el sistema de control de peso, obesidad cromosómica, obesidad por enfermedades endocrinas, obesidad por medicamentos, obesidad de tipo nervioso y obesidad por defecto fermogénico.

¿Qué tratamientos existen contra la obesidad?

Existen diversos factores que se encuentran relacionados con el estilo de vida, tales como el ejercicio físico y la alimentación, que favorecen la pérdida de peso y disminuyen el riesgo de desarrollar otras patologías directamente relacionadas con la obesidad.

La mejor manera de tratar esta enfermedad es intentando identificar en edad temprana a aquellas personas más propensas a padecerla, ya que de este modo se puede prevenir a través de un tratamiento a largo plazo para establecer hábitos de vida más saludables.

En el caso de la obesidad mórbida y extrema, el individuo puede someterse a un tratamiento, como por ejemplo a una cirugía bariátrica. Sin embargo, también existen otros tratamientos endoscópicos en los que no se realizan incisiones y que son mínimamente invasivos, tales como el famoso balón intragástrico. el novedoso método POSE y el método Apollo.