ASTURIASDIARIO.-Rubén Baraja se juega su continuidad en el banquillo ante el Málaga, en un partido en el que solo le vale la victoria para llegar con vida al Carlos Tartiere
Afirmó que no era una ratificación y tampoco un ultimátum. Pero a Miguel Torrecilla nadie le creyó. Para el director deportivo la cita de este domingo también es muy importante. No se puede permitir perder aún más la confianza del consejo de administración. Una directiva que hoy deberá resistir desde el palco el hartazgo de la grada de El Molinón-Enrique Castro Quini. Una crítica justificada en los proyectos de los últimos años, sin identidad y una multitud de fichajes sin aparente argumentación. A todo ello, y al final lo más importante, se une la calamitosa racha del conjunto gijonés. Solo ha ganado uno de los últimos nueve partidos. Ha sumado 7 puntos de 29 posibles, por lo que su clasificación indica que está más cerca del descenso que el ascenso.
Solo un buen inicio reduciría el clamor de la afición. El Sporting necesita seducir a su gente desde el primer minuto para evitar la impaciencia de los suyos. El técnico pucelano mantendrá la revolución iniciada en Almería, aunque con importantes matizaciones. La semana pasada, al equipo le faltó verticalidad y mordiente por las bandas, además de solidez defensiva. Por eso, si las molestias de determinados jugadores lo permiten, el conjunto gijonés recuperará su defensa más habitual, con cada uno de los futbolistas en su posición natural. Se espera el regreso de Canella al lateral izquierdo y el de Molinero en la derecha.
En el centro del campo preocupa el problema de Cristian Salvador. De lo mejor la última jornada ya disputada. El mediocentro, promocionado en verano desde el filial, lleva una semana de migrañas, el mismo motivo que ya acusó el curso pasado con el filial del aclamado José Alberto López. Si está bien jugará desde el principio, con probablemente Hernán Santana a su lado. En el ataque por los costados son previsibles las novedades, con Álvaro Traver e incluso la sorpresa de Isma Cerro como titulares. Ambos sin convocar en Almería. El segundo, eso sí, lucha por el puesto con Robin Lod, quien podría tener una de sus últimas oportunidades. El finlandés, convocado con la selección absoluta de Finlandia, no estará la próxima semana en el derbi en el Carlos Tartiere, lo que una parte de la afición ha interpretado como falta de compromiso. El Molinón le estará esperando.
Menos dudas despierta la delantera. Con el recuperado Pablo Pérez por fin en la mediapunta y formando una asociación con Djurdjevic. Una relación que dejó buenos detalles en Almería. El serbio necesita confirmar su mejoría con su primer tanto en la Liga 1|2|3. También lo requiere el Sporting para la victoria sobre el Málaga, que llega muy debilitado. Una razón más para que los tres puntos se queden en Gijón.
Confianza para el derbi
El encuentro de esta tarde no solo es clave para Rubén Baraja. También lo es para dar continuidad y asegurar el crecimiento de la revolución de hombres que se vio en Almería. Un triunfo validaría la apuesta por el cambio que se vio en la última jornada y, sin duda, ayudaría a reducir la falta de identidad que siente la masa social rojiblanca. En la misma línea, los tres puntos inyectarían una gran dosis de confianza para lo que se avecina: el derbi frente al Real Oviedo en el Carlos Tartiere. El vestuario está concienciado para dar hoy un paso adelante que sirva como punto de inflexión.