ASTURIASDIARIO.-Ni defensa de cinco, ni defensa de cuatro, ni tres centrales, ni dos carrileros… El Real Oviedo necesita un revulsivo en el ataque, y un cambio de jugadores en la zaga. Y los números así lo certifican. Los azules, jugando a la defensiva, son el cuarto equipo que más goles encaja (15), solo por detrás de los tres últimos clasificados (Extremadura, Nástic y Córdoba). Los números tampoco salen en el ataque donde el Oviedo solo ha conseguido 5 goles en el Carlos Tartiere, el segundo peor registro de la categoría. A dos semanas del derbi, y a una, de visitar el fortín de Riazor, al Real Oviedo solo le vale la victoria ante el Mallorca, para calmar a la afición y para evitar un desplome en la tabla. Con once jornadas ya vencidas, el Real Oviedo solo ha sumado 15 puntos de 33 posibles, y las distancias, por arriba, se empiezan a ensanchar. El Granada (líder) aventaja en 8 puntos a los azules, y 7 puntos más tienen el Depor (2º) y el Málaga (3º). Los números rojos de Anquela, son aún más preocupantes, teniendo en cuenta que el Real Oviedo, por ahora, solo se ha enfrentado a dos de los primeros diez clasificados (Alcorcón y Albacete), y a los cinco equipos que ocupan las últimas posiciones.
Se acabaron las excusas. Anquela tiene que mover el banquillo y reforzar el ataque, donde Joselu está completamente solo. Todos los indicadores (puntos, victorias, derrotas, goles a favor, goles en contra…) ponen al entrenador en el disparadero, y ni siquiera una victoria hoy ante un Mallorca que también da tumbos en la tabla, y que solo ha ganado un partido de los últimos ocho que ha disputado; aumentaría el crédito de un entrenador cuestionado en la grada y también en el palco. Los próximos tres partidos van a ser decisivos para Anquela, o al menos, para su futuro más inmediato. Los azules no ha encadenado aún dos victorias consecutivas, y el equipo sigue flojeando en la defensa y en el ataque. Por eso, el oviedismo espera hoy una reacción y también cambios en el ‘once’ y en un sistema de juego, poco ambicioso, sin pegada, y ultraconservador.
El oviedismo quiere a ‘la Pantera’
Anquela tiene en el banquillo la solución a la apatía del Real Oviedo: Ibrahima Baldé, un jugador con hambre de gol
La defensa ‘inglesa’ del Real Oviedo es un lastre para un equipo que sigue muy flojo en el ataque. El Oviedo necesita menos defensas y más delanteros, pero también el regreso de Carlos Hernández al eje de la zaga, teniendo en cuenta el tembleque que le entra al equipo en las jugadas a balón parado. El Carlos Tartiere, desde hace jornadas, es un clamor. Joselu está completamente solo y desasistido, de balones, en el ataque. Y la solución es muy simple: quitar a un defensa y colocar a un mediapunta por detrás de Joselu, para tratar de acabar con la sequía goleadora del Oviedo (7 goles en los últimos 7 partidos). La solución tiene nombre: Ibrahima Baldé. El senegalés ha tenido muy pocas oportunidades en el primer cuarto de la Liga, y no ha sido titular en ninguna de las 11 jornadas disputadas. Solo ha tenido 143 minutos, repartidos en 7 partidos (una media de 20 minutos por encuentro), pero aún así, ha demostrado tener calidad, verticalidad, contundencia y hambre de gol. Además, Ibra tiene la experiencia necesaria para asumir el papel de ‘matador’. Jugó en el Atlético de Madrid, el Numancia y el Osasuna, equipos peleones y luchadores. ‘La pantera’ deja su marca en el césped cada vez que sale a jugar. Con casi 1,90 metros de altura, es una mole difícil de parar para las defensas rivales. El Real Oviedo es una de las últimas oportunidades del delantero de Dakar para destacar, tras pasar por equipos de segundo nivel en Rusia, Francia y Rumanía. Logró regresar a España, pero su estancia en el Real Oviedo no está siendo como él esperaba. Ibra puede ser mucho más que un revulsivo para las segundas partes. Puede ser el compañero perfecto para Joselu, cansado de verse solo y cercado por los centrales rivales. Pero para que Ibra entre, otro tiene que salir. Anquela tendría que volver a la defensa tradicional (dos defensas y dos laterales), y más aún cuando los últimos partidos han demostrado que los tres centrales no garantiza la tranquilidad atrás. Si el Oviedo sigue siendo un flan en defensa, al menos, tendría que dar la cara en el área contraria. El propio Ibra dio la respuesta tras la derrota en tarragona. “Es más fácil con dos delanteros peleando arriba”.