En respuesta a la elección de Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil, Greenpeace señala que:

“No es una alternativa entre pobreza o un futuro rico basado en la destrucción del medio ambiente. Es una elección entre el desarrollo sostenible y la devastación. Bolsonaro podría ser uno de los últimos presidentes brasileños en condiciones de tomar esa decisión”, ha declarado Bunny Mcdiarmid, directora de Greenpeace Internacional.

“Es necesario que el presidente Bolsonaro se pronuncie en favor de un futuro seguro y justo”.

“El último informe de la ONU sobre los devastadores efectos del cambio climático posiciona a Brasil no solo como un actor importante para aportar soluciones a la mayor amenaza que sufre el planeta, sino también en la primera línea del caos climático si no se toman medidas urgentes”.

“Brasil tiene el potencial de ser un líder en la reducción del cambio climático, pero Jair Bolsonaro debe comprometerse con una política de deforestación cero en lugar de debilitar las protecciones ambientales para dar paso a más agricultura y ganadería industrial. Los mercados internacionales no quieren que los productos procedan de países que contribuyen al calentamiento del planeta. La naturaleza no es una fuente de recursos con fines de lucro, es una manera de garantizar que las vidas de las generaciones futuras sean seguras”, ha declarado Asensio Rodríguez, director de Greenpeace Brasil.

Greenpeace continuará defendiendo el medio ambiente, promoviendo la paz y exigiendo justicia social. Estos son los valores fundamentales que han guiado el trabajo de la organización desde su fundación, respaldados por su independencia y creencia en la protesta pacífica. Greenpeace se aferra a estos valores ahora más que nunca.