- Las empresas contratistas deberán cumplir ambos requisitos antes del próximo año
- El CTA obligará a que los nuevos vehículos que se adscriban a sus servicios tengan la calificación ambiental Euro IV y sean accesibles para personas con movilidad reducida
El Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) exigirá que todos los autobuses de sus empresas contratistas utilicen tacógrafo y dispongan de cinturones de seguridad antes de 2019. Estas obligaciones, a las que habrán de adaptarse en lo que queda de año, van más más allá de lo exigido en la normativa nacional y comunitaria, ya que la instalación de cinturones no es obligatoria para los vehículos matriculados antes del 20 de octubre de 2007, y el uso de tacógrafo tampoco es imprescindible en servicios regulares de hasta 50 kilómetros.
El CTA, junto con la Dirección Provincial de Tráfico y la Consejería de Educación, enviará una carta a los centros educativos concertados y privados, así como a otros contratantes de servicios de transporte, para comunicarles las medidas adoptadas, que persiguen reforzar la seguridad.
También se les informará sobre las ventajas que implican y se les recomendará que las asuman en la contratación de sus propios servicios. Además, el consorcio retirará inmediatamente de la circulación todos los vehículos adscritos a sus contratos que tengan una calificación de emisiones contaminantes inferior a Euro III y obligará a que los nuevos cuenten al menos con el distintivo Euro IV y sean accesibles para personas con movilidad reducida.
Asturias será la primera comunidad en la que todos los servicios regulares y escolares dependientes de la Administración autonómica tengan que cumplir estas obligaciones de seguridad, además de los requisitos citados de eficiencia medioambiental y accesibilidad universal.