Los gobiernos que forman la Comisión del Océano Antártico se reúnen a partir de mañana para decidir si crean la mayor área protegida de la Tierra
El santuario sería un refugio seguro para pingüinos, focas y ballenas, protegidos de las presiones del cambio climático, la contaminación y la pesca industrial
Madrid-. El momento ha llegado. Desde el lunes 22 de octubre hasta el próximo 2 de noviembre, la Comisión del Océano Antártico, formada por delegados de gobiernos de todo el mundo, se reunirá en Hobart (Tasmania, Australia) para decidir si hacen historia y aprueban la creación de la mayor área protegida de la Tierra: un Santuario del océano Antártico de 1,8 millones de kilómetros cuadrados, cinco veces el tamaño de Alemania.
Un asunto que cuenta con el apoyo del Gobierno español. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha resaltado la necesidad de proteger esta zona, uno de los últimos ecosistemas marinos prístinos del mundo. “La protección del mar de Weddell es fundamental para garantizar una mayor protección del equilibrio climático, para construir resiliencia para los impactos del cambio climático y para preservar una biodiversidad que es fuente de riqueza y que en un determinado momento nos puede ofrecer soluciones que hoy todavía no conocemos”, ha afirmado Ribera en un vídeo hecho público al comienzo de la reunión de la Comisión del Océano Antártico que decidirá sobre la protección de este espacio.
El director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, ha insistido en que “el fondo del océano puede parecer lejano, pero lo que allí sucede es crucial para nuestro futuro. El apoyo del Gobierno español es un impulso fundamental para la protección marina. El santuario frenará muchas de las amenazas actuales que se ciernen sobre la Antártida, como la pesquería de kril que se solapa con las zonas de alimentación de pingüinos y ballenas”.
España se suma así a Alemania, Reino Unido, Francia, Austria o Chile, que también han anunciado públicamente su apoyo a la protección del océano Antártico. El propio presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, usó su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado mes de septiembre para pedir la protección de las aguas antárticas: "Permítanme decirlo alto y claro: quienes puedan imaginar nuestro planeta sin ballenas, pingüinos y otras especies, tendrán también que imaginar nuestro planeta sin seres humanos”.
La sociedad lo reclama: más de dos millones de personas en todo el mundo se han unido ya a la campaña de Greenpeace para conseguir la creación del Santuario Antártico.
"La Antártida no tiene voz", ha señalado Rodríguez, "pero somos un movimiento de más de dos millones de personas que sí la tenemos. Y nos hemos hecho escuchar".
Además, más de 80 embajadores antárticos han dado su apoyo a la campaña, incluidos los actores ganadores del Oscar Javier Bardem y Helen Mirren, el explorador Ranulph Fiennes, el súper cerebro chino Wang Yuheng e incluso clubes de fútbol como el Racing Club de Argentina.
El Santuario Antártico se convertiría en un refugio seguro para pingüinos, focas y ballenas, protegidos de las presiones del cambio climático, la contaminación y la pesca industrial.
"Este mes, los gobiernos tienen el poder de hacer historia. La creación de un Santuario del océano Antártico sería, además, un gran ejemplo de cooperación internacional", ha concluido Mario Rodríguez.