Por Fundación Descubre
Investigadores del Instituto de Biomedicina de Sevilla desarrollan un proyecto de excelencia con el objetivo de estudiar nuevas fórmulas que predigan si un tratamiento con taxanos (fármacos antitumorales capaces de parar el ciclo celular cuando la célula se está dividiendo) puede ser o no efectivo en las pacientes.
El cáncer de mama representa la primera causa de muerte por tumores en la mujer en zonas industrializadas. Para recortar estas estadísticas y mejorar la calidad de vida de las pacientes, los científicos apuestan cada vez más por el uso de terapias individualizadas para cada persona, basadas en determinados marcadores tumorales, es decir, en aquellas sustancias que se encuentran en el cuerpo y que sólo pueden detectarse en las personas que padecen esta enfermedad.
En este sentido, los taxanos (drogas antitumorales capaces de parar el ciclo celular cuando la célula se está dividiendo) constituyen una terapia efectiva y ofrecen una alternativa para pacientes con la enfermedad avanzada y, por tanto, una calidad de vida reducida. A pesar de sus visibles beneficios, debido a su toxicidad, el propio organismo desarrolla diversos mecanismos de resistencia a estos fármacos. Investigadores del Grupo de Tumorigénesis Endocrina y Regulación Hormonal del Cáncer (del Instituto de Biomedicina de Sevilla) desarrollan un proyecto de excelencia con el objetivo de estudiar nuevas fórmulas que predigan si un tratamiento por taxanos puede ser o no efectivo en las pacientes.
“Estudiamos el efecto que ejercen los taxanos sobre algunos mecanismos de muerte celular, con el fin de encontrar posibles formas de resistencia a estos tratamientos”, explica Carmen Sáez Torres, investigadora principal del proyecto. Se trata, por tanto, de analizar los mecanismos que regulan la resistencia a los taxanos y que permitirían identificar sustancias capaces de predecir cuál será la respuesta a estos medicamentos.
Un estudio longitudinal
Asimismo, otro de los objetivos que persigue el estudio (más a largo plazo) es combinar los taxanos con otros medicamentos para intentar mejorar la calidad de vida de las pacientes en las que la enfermedad ya está desarrollada. “Pretendemos incrementar el efecto de estos fármacos a través de tratamientos combinados con otras drogas, con el fin de reducir la toxicidad y aumentar la eficacia de estos procedimientos”, matiza Sáez.
Además, los expertos trabajan para encontrar nuevas proteínas reguladoras de la mitosis (proceso de división celular) con el propósito de establecer posibles biomarcadores capaces de predecir la evolución de un cáncer.“Buscamos mecanismos de resistencia a medicamentos de forma que se puedan encontrar proteínas que nos ayuden a conocer cómo será la agresividad de un cáncer a lo largo del tiempo”, añade.
En cuanto al método empleado, los investigadores se centran en cultivos celulares de líneas de cáncer de mama y en tejidos de pacientes que presentan esta enfermedad. “En primer lugar, las líneas celulares las usamos para realizar los ensayos de toxicidad con las diferentes drogas en el laboratorio, además de desarrollar ensayos en el ciclo celular para ver la respuesta de éste al tratamiento por taxanos”, explica Sáez.
Por otro lado, los expertos emplean los tejidos humanos procedentes de las biopsias, los cuales se emplean para el diagnóstico del cáncer y también para estudiar diferentes proteínas, “que pueden servir para realizar un pronóstico de la enfermedad y, por tanto, identificarse como sensores de la respuesta al tratamiento”, concluye
FOTO: La doctora Carmen Sáez Torres lidera la investigación sobre taxanos. Imagen: Fundación Descubre.