Madrid/Oviedo.-María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha anunciado en el Congreso de los Diputados que el Ministerio trabaja en una nueva Estrategia de Salud Mental "bajo los principios de respeto y autonomía, de recuperación de los derechos de las personas con problemas y siguiendo el modelo de salud mental comunitaria".
La ministra, que ha participado en los actos del Día Mundial de la Salud Mental -organizados por la Confederación Salud Mental España en vísperas de esta jornada conmemorativa y presididos por la reina doña Letizia-, ha explicado que el desafío del ministerio es abordar la salud mental en positivo priorizando, por tanto, el fomento del bienestar emocional desde los distintos ámbitos. "La educación para la salud, también la mental, y educación en valores como el arma más eficaz para combatir cualquier atisbo de estigmatización", ha señalado la ministra. "Y también, por cierto, del acoso escolar".
A juicio de María Luisa Carcedo, la salud mental de los jóvenes es, en gran parte, producto de las condiciones sociales que viven, la educación que reciben, el ambiente en que están inmersos y los servicios de bienestar que les prestan apoyo.
La ministra ha apelado a las Comunidades Autónomas, administraciones responsables en los servicios de salud mental, a aunar esfuerzos en torno a esta Estrategia desde su elaboración hasta su implantación.
"Trabajaremos para establecer canales eficaces que permitan la participación de las personas que sufren problemas de salud mental y de sus familiares, para recoger sus necesidades y expectativas, sus vivencias y el modo en que les afecta su relación con el entorno social", ha destacado la ministra.
"Solamente con esta tarea conjunta", ha aseverado Carcedo, se mejorará la calidad de vida de quienes sufren trastornos de salud mental. "Tenemos un gran reto por delante y confío en que vayamos de la mano para lograrlo. Contamos con ustedes, ustedes pueden contar con nosotros", ha dicho.
La OMS ha elegido como lema para 2018 "Los jóvenes y la Salud Mental en un mundo en transformación", un lema "nada casual" para la ministra porque, precisamente, los cambios vitales propios de la edad y un mundo cambiante con nuevos riesgos para el bienestar emocional, son circunstancias potencialmente generadoras de enfermedad mental y "que justifican la atención prioritaria del ministerio".
Una encomienda que requiere la confluencia con otras políticas como la educativa, los servicios sociales o de lucha contra la desigualdad y la exclusión social, orientando todas ellas a la promoción del bienestar emocional y a la prevención de condicionantes.
En la historia natural de las enfermedades mentales hay denominadores comunes, los que llamamos determinantes sociales y ambientales de la salud mental. La pobreza, la exclusión, la falta de instrucción, la soledad y el entorno social disruptivo.
"Circunstancias que están también en el origen del tratamiento "especial" de la enfermedad mental y, por qué no decirlo, de cierta estigmatización que envuelve a estas dolencias", ha afirmado la ministra. "Como sociedad tenemos la obligación y la responsabilidad de erradicar estas actitudes", ha señalado.