La centenaria firma Bodegas Riojanas acaba de dar un paso más en su política innovadora con el lanzamiento al mercado de una selección especial de su popular crianza ‘Puerta Vieja’ destinado exclusivamente al mercado de la hostelería. Las particularidades que distinguen a este nuevo producto de la bodega de su tradicional crianza, uno de los Riojas con mayor éxito entre los consumidores, son tanto de carácter estético como enológico.
Por un lado se le ha dotado de una nueva presentación, con un etiquetado que mantiene los mismos elementos gráficos, pero en el que predomina el color plateado en lugar del rojo burdeos, lo que proporciona a la botella un aspecto más elegante, pensado en función de las mayores exigencias que en este sentido plantea el lugar en que será servido, es decir, la mesa del restaurante. El diseño de la etiqueta mantiene como elemento identificador de la marca ‘Puerta Vieja’ el gran arco de piedra de sillería datado en el siglo XVIII que daba entrada a los viñedos de Bodegas Riojanas en Cenicero y hoy ornamenta la fachada principal de sus instalaciones, constituyendo todo un símbolo de los orígenes viticultores de las familias fundadoras de la empresa.
Por otra parte, tal como señala el director de I+D+i de Bodegas Riojanas, Pablo Orío, el concepto enológico innovador en que se basa este nuevo ‘Puerta Vieja Crianza Selección’ radica principalmente en elevar un peldaño las exigencias cualitativas normales en la categoría de Crianza para situarlo en la antesala de las dos marcas más emblemáticas y representativas de la categoría de Reserva en Rioja, como son ‘Monte Real’ y ‘Viña Albina’. “En definitiva –afirma Pablo Orío-, es un vino que por su estructura perfectamente podía haber seguido una larga permanencia en barrica, para llegar a ser un reserva”.
Evidenciando la significativa evolución que Bodegas Riojanas ha venido imprimiendo a sus vinos estos últimos años en algunos aspectos enológicos que les acercan más a las actuales tendencias del mercado, la composición varietal (80% Tempranillo, 15% Mazuelo y 5% Graciano) y procedencia de viñedos situadas en Cenicero y la Sonsierra, corazón de la Rioja Alta, le confieren una personalidad muy identificativa de la bodega. La crianza de 18 meses es más prolongada de lo habitual en la categoría de Crianza y se realiza en barricas de roble americano relativamente nuevas, ya que su edad media no supera los tres a cuatro años.
Entre las características que en opinión del Director de I+D+i de la bodega mejor definen al nuevo ‘Puerta Vieja’ destaca su aroma muy fresco a frutas rojas, especialmente frambuesa, y regaliz, así como los tonos especiados y torrefactos de la barrica. Su color es rojo picota intenso y brillante, el paso por boca suave y agradablemente tánico, con un carácter vinoso, y el final resulta armónico y de gran persistencia gustativa.
