(ASTURIASDIARIO).-El bofetón del Zaragoza en el Carlos Tartiere, y la decepción de Mallorca, han rebajado los ánimos del oviedismo, disparados tras la goleada en Córdoba y el empate in extremis de Cádiz. Sepultada, una temporada más, la Copa del Rey, el equipo de Juan Antonio Anquela tiene mañana la oportunidad de corregir en el Anxo Carro los errores cometidos en el Carlos Tartiere, de donde se han escapado 5 de los 6 puntos en juego. Aunque Anquela es de ideas fijas, el varapalo del Zaragoza y la falta de ambición y presión en Son Moix tienen que servir para reflexionar ya que, por ahora, no funciona ni el equipo ‘A’ y tampoco el ‘B’. Por primera vez esta temporada, Toché se quedó el pasado sábado en el banquillo (salió en el minuto 58, tras el 0-2) y Joselu fue el delantero titular, aunque no tiró a puerta. El técnico jienense volvió a colocar, en la segunda parte, al panameño Yoel Bárcenas en la defensa donde su rendimiento es muy inferior; la zaga con Forlín en el medio y dos cambios en los laterales, volvió a hacer aguas; y el centro del campo, con Folch y Tejera, también naufragó.
En Lugo habrá novedades, pero forzadas por las lesiones, no por la situación. El central Carlos Hernández se ha quedado en Oviedo, tras las molestias que sufrió la pasada jornada, y su lugar lo ocupará Forlín, que hasta ahora no había sido titular. La recuperación de Ramón Folch, permitirá cubrir la baja de Sergio Tejera, lesionado en Mallorca. También el veterano lateral derecho Carlos Martínez, recuperado de su lesión, podría tener una oportunidad tras debutar con la camiseta carbayona en Mallorca. El perjudicado sería Diegui, señalado por parte de la grada. En el resto de líneas, Anquela podría repetir el equipo que sucumbió ante el Zaragoza, un riesgo que el míster está dispuesto a asumir. La plantilla es corta (19 jugadores) y los chicos del filial no cuentan para Anquela, que tendrá que seguir adelante con los recursos disponibles, a la espera de que el central mexicano Oswaldo Alanís se acople al grupo, tras su ‘tour’ con la selección azteca.
Un empate o una derrota en el Anxo Carro, sería otro mal resultado para las aspiraciones azules, y el campo del Lugo es un escenario complicado. El año pasado, el Oviedo se llevó la victoria por la mínima (0-1, gol de Diegui), pero en sus dos anteriores visitas solo logró rascar un punto. El Lugo no ha tenido un buen arranque (una victoria, un empate y dos derrotas), y viene de perder con uno de los novatos de la categoría, el Rayo Majadahonda (1-0). Más de 1.000 seguidores azules estarán esta tarde en las gradas del Anxo Carro, esperando una reacción de su equipo.
La próxima semana, el Oviedo recibirá al Elche, un rival que trae muy malos recuerdos a los carbayones (el 3-6 de 2002, con invasión de campo y altercados dentro y fuera del estadio). Mañana, la situación es totalmente diferente, pero los jugadores aún deben demostrar que la calidad de la plantilla es superior a la del año pasado, y Anquela tiene que reconducir a un equipo que, en tan solo una semana, ha pasado de la ilusión al desencanto, sembrando las primeras dudas en la afición. El Oviedo suspendió clamorosamente ante el Zaragoza, y no puede permitirse otro traspiés en Lugo.