La regeneración de la antigua autopista de entrada a Oviedo será analizada, junto con otras transformaciones urbanísticas de todo el
mundo, en el II Congreso Internacional ISUF-H, organizado por la Escuela de Ingeniería y de Arquitectura entre el 13 y el 14 de septiembre
Oviedo.-Se incrementa progresivamente el interés de la comunidad científica por la experiencia
de urbanismo participativo que se desarrolla en Oviedo en torno a la regeneración de
la antigua entrada a la ciudad por la autopista Y. A los varios artículos y estudios ya
publicados, hay que añadir ahora la ponencia que el doctor arquitecto y miembro de la
Plataforma Imagina un Bulevar Manuel Carrero presentará el próximo 13 de
septiembre al II Congreso Internacional ISUF-H (Hispanic International Seminar on
Urban Form) organizado por la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad
de Zaragoza, en esta edición bajo el lema “Ciudad y formas urbanas - Perspectivas
transversales”. De esta manera, la actuación más ambiciosa que aborda la ciudad de
Oviedo en décadas compartirá tribuna y auditorio con otros procesos de
transformación urbana proyectados o en marcha en Londres, Roma, Madrid,
Barcelona, Quito y Valparaíso, entre otras.
El plantel de ponentes invitados y del comité científico, que incluye destacados
especialistas como José María Ezquiaga y José Fariña (Universidad Politécnica de
Madrid), Miriam García (Universidad Camilo José Cela), Carles Llop (Universidad
Politécnica de Cataluña) o Diego Vergara (Universidad de Guadalajara – México), dan
cuenta del elevado nivel académico del encuentro.
En su ponencia, titulada “Participación ciudadana y regeneración urbana. El Bulevar de
Santuyano en Oviedo”, el doctor Carrero intentará demostrar, con el apoyo de diverso
material gráfico inédito, el carácter singular e innovador de la iniciativa en el contexto
de la explosión de procesos participativos vinculados a actuaciones sobre la forma
urbana que vienen desarrollándose a lo largo de todo el Estado Español, haciendo
especial hincapié en sus dimensiones sociales –tradicionalmente olvidadas en la
práctica del planeamiento urbanístico- y el derecho de la ciudadanía a participar en la
toma de decisiones sobre la forma del entorno en el que vive.