(Coordinadora Ecoloxista).-Tras otra desastrosa temporada de pesca de salmones con muerte en Asturias, sigue el grave problema del furtivismo, con la falta de control de prácticas peligrosas como la venta de salmones salvajes, sin que el Principado las persiga por la falta de medios y de voluntad política. Tanto la Consejería de Fomento del Principado como la Consejería de Sanidad y la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo del Principado nos informan que no han pillado ningún comercio ilícito de salmones salvajes de nuestros ríos, a pesar de que durante toda la campaña de pesca, asociaciones de restaurantes y de hostelería, y varías sociedades de los pescadores reconocen que más del 50% de los salmones pescados en Asturias acaban vendiéndose a la hostelería, algunas sociedades de pescadores elevan este porcentaje de ventas hasta el 80%, pero el Principado reconoce que no tiene conocimiento de estas ventas ilegales, lo que da una idea de la tolerancia que se realiza a este problema. Esto se suma a la venta continua que se hace también de las truchas y reos asturianos, con el grave impacto que supone para la conservación de estas especies cada vez más amenazadas en los ríos. Pone en serio riesgo la conservación de estos peces comercializados por estas prácticas mercantiles sin control ni económico ni sanitario.
La actual normativa de pesca vigente Ley 6/2002, de 18 de junio, sobre protección de los ecosistemas acuáticos y de regulación de la pesca en aguas continentales, dice: Artículo 20. Comercialización. Se prohíbe la comercialización de cualquier especie piscícola, con excepción de los ejemplares procedentes de los centros de acuicultura debidamente autorizados. Artículo 50. Infracciones graves. q) La comercialización de ejemplares de especies piscícolas, salvo cuando procedan de centros de acuicultura en los términos establecidos en el artículo 20 de esta Ley.
Sorprende que a pesar de esa prohibición vigente y de considerarse un infracción grave, se lleve años de venta de los salmónidos de los ríos asturianos con el silencio del Principado por eso no deja de ser sorprendente, que pescadores y hosteleros reconozcan estos graves hechos que parece que no tienen ninguna consecuencia legal en función de sus declaraciones. Esta venta de peces de forma ilegal se está haciendo sin ninguna garantía sanitaria, con el peligro que supone para los consumidores finales que desconocen la procedencia irregular de estos alimentos, están arriesgando su salud, pero también llevando a estas especies cada vez más escasas a su desaparición. Todo ello en continuo declive de las poblaciones de Salmón atlántico en nuestros ríos hace que la especie esté en claro peligro de extinción, por lo que desde la Coordinadora Ecoloxista venimos pidiendo como única alternativa la pesca sin muerte (captura y suelta) como único método de pesca durante toda la temporada y en todos los ríos en que se autorice la pesca del salmón. Hay que recordar que son pocos los ríos asturianos donde se pesca legalmente el salmón; Sella, Narcea, Cares, Eo, Esva y cada vez van a ser menos.