Wimbledon mantiene su tradición a pesar del Mundial de Rusia

Wimbledon mantiene su tradición a pesar del Mundial de Rusia

Wimbledon es considerado por la mayor parte de los aficionados al tenis como el torneo más emblemático del calendario profesional. El Gran Slam británico tiene unas particularidades que lo convierten en un acontecimiento único, como su propio sistema de clasificación para establecer los cabezas de serie. El torneo del suroeste de Londres cuenta con sus propias tradiciones y ni siquiera una final del mayor evento futbolístico de la historia, el Mundial de Rusia 2018, puede modificar los aspectos establecidos por los organizadores del All England Tennis Club, aunque ello suponga que la final del cuadro masculino coincida en el tiempo con el último partido de la Copa del Mundo. Una final que se encuentra lejos de las previsiones de cualquier guía para apostar en Wimbledon, después de la derrota inesperada del suizo Roger Federer en los cuartos de final.

 

Los aficionados al fútbol tenían la esperanza de un posible cambio en el horario de la final masculina de Wimbledon que se disputará el próximo domingo 15 de julio para disfrutar del último partido del Mundial de Rusia. Sin embargo, el director del All England Tennis Club, Richard Lewis, ha sido el encargado de descastar esa posibilidad en unas declaraciones para la BBC: “La final se jugará a las 14.00, como siempre. Hemos vendido todas las entradas y hay un interés masivo. En absoluto hay ningún plan de cambiar nada”.

El comienzo de la final del Grand Slam de hierba tendrá lugar a las 14:00 (15:00 hora española), por lo que una gran parte del partido coincidirá con la del Mundial de Rusia 2018 entre Francia y Croacia. Una decisión que refleja la tradición imperante en uno de los torneos más emblemáticos del circuito ATP y que representa la fidelidad de los organizadores a los valores transmitidos por Wimbledon durante sus 150 años de historia.

 

Rafa Nadal regresa a semifinales siete años después

 

Rafa Nadal llegaba a la hierba del All England Tennis Club con un único objetivo, alcanzar los octavos de final para conservar el número uno del ranking ATP después de Wimbledon. El tenista balear se ha mostrado sólido en su juego durante los últimos partidos y ha conseguido alcanzar las semifinales siete años después, cuando en 2011 perdió la final ante el serbio Novak Djokovic.

 

La intensidad del español sobre la hierba del suroeste de Londres y, en especial su evolución en el saque con respecto a años anteriores, han sido factores determinantes para la presencia del español en las semifinales de Wimbledon. Una nueva versión de Nadal en la que está basando su estrategia de juego en la agresividad de su ataque, lejos de la clásica defensa del balear en el fondo de la pista. Un paseo por Wimbledon en el que ha dejado atrás cansancio innecesario para evitar posibles problemas físicos durante el Grand Slam, especialmente hasta los cuartos de final ante el argentino Juan Martín del Potro.

 

El número uno del mundo llega a la penúltima ronda de Wimbledon mostrando una superioridad desconocida durante su trayectoria profesional sobre la hierba británica. Una actitud con la que intentará derrotar en semifinales a su verdugo en 2011, Novak Djokovic, para alcanzar una final soñada en la que no se encontraría a Roger Federer, después de que el suizo haya sido eliminado sorprendentemente por el sudafricano Kevin Anderson.

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