Por Luis José de Ávila.-Me dispongo a escribir el artículo habitual cuando mi colega de fatigas periodísticas Orlando Sanz me da la noticia: Acaba de fallecer José Antonio Bron>, periodista, jefe de la oficina de comunicación de la Universidad de Oviedo y hasta hace un año presidente de la Asociación de la Prensa de Oviedo.
Bron, que contaba poco mas de 60 años, fue un gran periodista de los pies a la cabeza, defensor además de nuestra clase profesional como directivo primero y presidente después a lo largo de varios años de la Asociación de la Prensa de Oviedo, cargo en el que precisamente me sustituyó al igual que lo hizo en la oficina de comunicación de la Universidad de Oviedo cuando dejé la institución fichado por HUNOSA.
Hacía tiempo que estaba enfermo y no hace más de un mes coincidimos en la consulta en el HUCA. Acompañado de varios compañeros al verle les expresé mi pesimismo por su estado. Lamentablemente no me equivoqué. José Antonio Bron comenzó conmigo en la antigua "La Voz de Asturias", en los tiempos difíciles que se apaciguaron cuando el grupo catalán Zeta, allá por 1986, compró el histórico periódico al empresario gallego José Eladio Amado de Lema después de un largo conflicto que afortunadamente no me cogió porque me encontraba trabajando en la Universidad donde pedí la excedencia a raíz de que el citado grupo catalán me fichase como director de "La Voz". En aquellos tiempos sudamos la camiseta para levantar el citado diario. Creo recordar que Bron, gran conocedor de la región, era jefe de corresponsales. Tras mi marcha al poco tiempo el lo hizo también. Como presidente de la Asociación de la Prensa impulso la misma y defendió a la clase profesional tendiendo puentes hacia la creación de un Colegio Oficial de Periodistas del Principado que hoy ya es realidad. Hará dos años en la fiesta nuestro patrono, San Francisco de Sales, me entregó la distinción de periodista de honor con la que me habían distinguido mis colegas, distinción que a su vez le otorgamos cuando él dejó el cargo.
Noticias como esta hace que a estas alturas de la vida te hagan meditar. Perder a un compañero además amigo, hasta hora historia viva del periodismo asturiano, impacta. Le tendré siempre en el recuerdo y a su hijo, médico en Palma de Mallorca, y a su familia mi más sentido pésame.
