Gran Oro para el nuevo Ontañón Reserva 2010 y Oro para Ontañón Crianza 2015 en el Concurso Mundial de Bruselas
Bodegas Ontañón ha cosechado un gran éxito con las dos nuevas añadas -la 2010 y 2015 respectivamente- de su Ontañón Reserva y Ontañón Crianza que acaba de lanzar al mercado. El Jurado del Concurso Mundial de Bruselas celebrado en Pekín este pasado mes de mayo ha premiado la calidad de estos dos vinos con una medalla Gran Oro para el reserva y una medalla de Oro para el crianza. Un estreno con medallas que supone un importante aval para la presentación al público de las dos añadas, pues no en vano este concurso representa la gran olimpiada del vino, en la que han participado 9.180 vinos de 48 países productores, que han competido por alcanzar una de estas prestigiosas distinciones, otorgadas por un jurado integrado por 330 catadores de más de 50 países.
Ontañón es una bodega familiar cuyas raíces se encuentran en una localidad con gran tradición vitivinícola como es Quel, donde la familia Pérez Cuevas se dedica con auténtica pasión al cultivo de más de 250 hectáreas de viñedo propio asentadas en las estribaciones de la Sierra de Yerga. Es precisamente ese viñedo el que define los perfiles diferenciados de ambos vinos.
El Reserva 2010 se elaboró con uva tempranillo (95%) de la finca denominada ‘La Pasada’, viña de colinas entrecruzadas y asimétricas de una belleza inigualable para los amantes de la naturaleza, cuyo suelo es pobre y pedregoso, lo que sumado a las escasas precipitaciones de la zona permiten obtener vinos de gran calidad. Expresión perfecta de ese terruño, el reserva de la excelente añada 2010 presenta una gran capa y un intenso bouquet, con la madera perfectamente ensamblada. Explosivo en boca, con notas a fruta compotada y un matiz mineral y trufado procedente del terreno, resulta carnoso, complejo y elegante.
Ontañon Crianza 2015 se elaboró con uvas tempranillo (90%) de la finca ‘La Montesa’ y garnacha (10%) de la finca ‘Siete Caminos’, que reflejan fielmente el carácter de esa zona montañosa de Rioja cuyos vinos combinan la acidez con un elegante y denso perfil frutal, así como las notas minerales y herbáceas propias de este singular terruño. En nariz destacan las notas a fruta negra y compotada, así como notas trufadas y a sotobosque que evocan el típico paisaje de bosque otoñal de la Sierra de Yerga. En boca resulta largo y carnoso, con notas a madera y especias, y muy equilibrado. ‘Pasión por la viña, pasión por el vino y pasión por el arte’ es el lema de una familia bodeguera arraigada en la pequeña localidad riojana de Quel, de la que uno de sus hijos más ilustres, el dramaturgo Manuel Bretón de los Herreros, dijo en el Siglo XIX: “Baco tiene allí más templos que tuvo en Roma”. Se refería a la gran cantidad de bodegas -más de 200- que ya existían en aquellos tiempos en el barrio de bodegas de la localidad. Recientemente, Ontañón ha llevado a cabo un proyecto de recuperación de dos antiguos lagares en dicho barrio de las bodegas de Quel con el objetivo de poner en valor sus orígenes y desarrollar el enoturismo en la comarca.