Por rmera
Hoy, sábado, 15 de octubre, a las siete de la tarde, el “Tous pa Tous”, Sociedad Canguesa de Amantes del País, descubrirá una placa a la memoria de Gaspar Melchor de Jovellanos en la fachada de la casa de Peñalba, en la calle Mayor de Cangas del Narcea, para conmemorar el bicentenario de su muerte. En esta casa de Peñalba se alojó Jovellanos durante veinte días. Durante este tiempo el político y escritor participó activamente en la vendimia de octubre de 1.796.
En el acto intervendrán Jesús Menéndez Peláez, presidente de la Fundación Foro Jovellanos, y Javier González Santos, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, editor de los Diarios de Jovellanos y socio del Tous pa Tous.
Hay constancia de dos viajes de Jovellanos a Cangas de Tineo aunque quizás pudo haber un tercero, en el verano de 1.782, cuando según su biógrafo, secretario y hombre de confianza, Juan Agustín Ceán Bermúdez “recorrió entonces casi toda la provincia [de Asturias], indagando su población, el estado de su cultivo y de su industria, sus usos y costumbres”. El segundo viaje es el que ahora se rememora. Se extiende desde el miércoles, día 5, hasta el viernes, 21 de octubre de 1.796, algo más de dos semanas, coincidiendo con la recolección de la uva, de ahí el expresivo título que Julio Somoza le puso: “A una vendimia en Cangas de Tineo”, pues Jovellanos no lo destacó en el registro de su Diario.
Este relato nos descubre una villa nada anodina, con ciertos pujos capitalinos, estimulada por la concurrencia de dos casas aristocráticas (las condales de Peñalba y Toreno, creadas en 1649 y 1659, respectivamente) que pujaban entre sí en ostentación e influencia. Pero la voz en aquel momento la llevaba Joaquín José Queipo de Llano (1727-1805), el V conde Toreno, que había ido reuniendo bajo su protección y estímulo un pequeño círculo de científicos, mecánicos y literatos entusiastas que elevaron el nivel cultural de la villa durante las dos últimas décadas del siglo XVIII.