Asturias.-El consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, ha presentado hoy un estudio en 3D sobre la torre de Soto de Aller promovido por el Servicio de Patrimonio Cultural de cara a facilitar los futuros trabajos de consolidación del bien de interés cultural (BIC) allerano y apoyar su promoción.
Alonso, que ha estado acompañado por la directora general de patrimonio Cultural, Otilia Requejo, y el alcalde de Aller, David Moreno, ha enmarcado el estudio “en la vanguardia técnica de los trabajos que actualmente se realizan en el campo de la conservación patrimonial” y lo ha calificado de “necesario para preservar un bien del valor cultural de la torre del castillo de Soto”.
El trabajo presentado, que ha sido realizado por la empresa Foto Asturias S.L., analiza minuciosamente tanto los elementos físicos conservados de la torre de Soto de Aller como su entorno más próximo, con el objeto de obtener una documentación e información precisa de su estado actual que permitirá el conocimiento de cada elemento del monumento a partir de fotografías oblicuas, que ofrecen una visión panorámica única y definida del monumento, y de una ortografía georreferenciada y medible. Los medios utilizados para esta labor han sido drones dotados de inteligencia artificial y robótica autónoma a bordo, equipados con alta tecnología, que permite llegar a la máxima resolución posible de los elementos estudiados. La información obtenida se ha tratado con programas informáticos desarrollados especialmente para el tratamiento de las imágenes capturadas. El estudio abre la puerta también a elaborar herramientas de promoción del enclave y su entorno, con imágenes en alta resolución.
La consolidación de la torre de Soto El enclave histórico allerano es un edifico a medio camino entre la tipología de torreón exento y la fortificación encastillada. Los orígenes de la torre del castillo de Soto son anteriores al siglo XII, aunque la edificación sufrió importantes cambios en los siglos XIV y XV, en una sucesión de fases de ocupación y destrucción.
La penúltima reforma data del siglo XIX, tras la que se produjo un nuevo derrumbe. La torre volvió a ser restaurada a principios del XX en todo su perímetro. Las excavaciones realizadas en los años ochenta y noventa del pasado siglo evidenciaron sucesivos y antiguos derrumbes en la zona donde se localiza la torre.
El Principado y el Ayuntamiento de Aller mantienen desde hace años contactos con el objeto de facilitar que se acometan los necesarios trabajos de consolidación del actual estado de la torre. En 2011 y en 2014, la Comisión Permanente de Patrimonio Cultural instó sin éxito a la propiedad a ejercer su obligación de llevar a cabo las intervenciones necesarias para la conservación del conjunto arquitectónico. Finalmente, tras la solicitud por parte del Ayuntamiento de Aller de un informe a la Consejería de Educación y Cultura para conocer la naturaleza de las obras necesarias para exigir el deber de conservación, técnicos del Principado inspeccionaron la edificación e informaron a la Comisión Permanente del Consejo de Patrimonio. Recientemente, la Dirección General de Patrimonio ha vuelto a instar al cumplimiento del deber de conservación de la torre a los propietarios, que ya han recibido el requerimiento y que tienen un plazo de dos meses para responder de acuerdo a los términos que establece la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias.