El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Asturias recuerda que el tabaco provoca 9 de cada 10 casos de cáncer oral
• Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, el CODES explica la relación directa entre tabaquismo y salud bucodental y anima a los fumadores a abandonar este hábito
• Las probabilidades de padecer enfermedad periodontal se pueden llegar a multiplicar por 7 en las personas que fuman.
El Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Asturias se une a la celebración del Día Mundial sin Tabaco. A pesar de las advertencias sobre las graves consecuencias que conlleva este hábito, el número de personas fumadoras sigue siendo muy elevado. Según la OMS, el tabaco mata cada año a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890.000 son no fumadores, pero están expuestos al humo de tabaco ajeno. Como consecuencia del tabaco, cada año pierden la vida en nuestro país alrededor de 60.000 personas. Esto se debe a la multitud de enfermedades que provoca el tabaquismo: patología respiratoria, patología cardiovascular, patología renal, patología neurológica, además de ser un importante factor de riesgo para muchos tipos de cáncer.
El tabaco también tiene numerosas consecuencias para la salud bucodental. Es el principal factor de riesgo del cáncer oral, causando 9 de cada 10 casos de esta enfermedad.Desde el CODES señalan la importancia de acudir al dentista para realizar, como mínimo, una revisión anual y poder detectar posibles patologías causadas a consecuencia del tabaco.
El Presidente del CODES, Javier González Tuñón, señala que “los dentistas somos profesionales cualificados para ver y reconocer más tempranamente una lesión o un cáncer oral en nuestra boca. Además, podemos detectar los efectos perjudiciales del tabaco en la boca y ayudar a los pacientes a combatirlos. Cabe recordar que en el caso de este tipo de enfermedades su detección tardía provoca el 25% de muertes en personas diagnosticadas”.
Por otro lado, su relación con la enfermedad periodontal está científicamente demostrada, considerándose que multiplica entre 2 y 7 veces el riesgo de padecerla (dependiendo de la cantidad fumada y los años en el hábito de tabaquismo). Además, produce alteración del olfato y del gusto, altera la saliva, predispone a las infecciones y dificulta la cicatrización de las heridas en boca, empeora el pronóstico de los implantes, mancha los dientes y favorece la halitosis (mal aliento).
Desde el CODES se apoyan todas las iniciativas que fomenten que la población no adquiera el hábito de fumar, así como aquellas encaminadas a ayudar a los que fuman a dejarlo.