Asturias.- La internacionalización de la investigación científica exige que se realicen estancias de investigación en centros extranjeros que sean referencia en los proyectos que se pretenden desarrollar. En el caso de los investigadores predoctorales “Severo Ochoa”, estas estancias deberían ser financiadas por la Consejería de Educación, pero desde hace años se ha perdido la estabilidad en las convocatorias. Las convocatorias se publican después de que las estancias se hayan iniciado, y se conceden cuando en muchos casos han finalizado. Esto obliga a utilizar los ahorros personales o pedir préstamos para poder financiarlas, ya que el sueldo medio de las personas afectadas es de unos 850 euros. Estas ayudas son un derecho reconocido tanto en el Estatuto del Personal Investigador en Formación (art. 5) como en la Convocatoria de Ayudas Predoctorales “Severo Ochoa”.
Las estancias breves favorecen la creación de lazos colaborativos entre nuestros grupos de investigación y los aquellos de las universidades y centros de mayor prestigio internacional. Una relación de aportaciones mutuas, que fomenta el intercambio de perspectivas, metodologías y, en definitiva, constituyen un estímulo para el buen desarrollo de cualquier actividad científica. Como correlato, la realización de una estancia en el extranjero proporciona la “Mención Internacional” al término de la investigación y lectura de la tesis. No parece un asunto de poca importancia, al menos desde el sentido común y, sin embargo, el año pasado el Principado volvió a convocar a la carrera -tras la presión mediática generada tras la denuncia de retrasos y escasa transparencia por parte de la Asamblea por el Futuro de la Investigación en Asturias (AFIA)- las Ayudas para estancias breves en centros de investigación, destinada para aquellos/as investigadores/as beneficiarios/as del Programa de Ayudas Predoctorales “Severo Ochoa”.
Para ilustrar el caótico cronograma, basta decir que la resolución provisional de éstas últimas se publicó en el BOPA el 8 de marzo de 2017, y los/as beneficiarios/as no firmaron su contrato hasta la semana del 21 de junio. La convocatoria de ayudas para estancias se publicó en el BOPA el 24 de mayo de 2017, es decir, sin la resolución definitiva de la ayuda predoctoral. Tras un sinfín de protestas contra las incoherencias de una recién estrenada Dirección General de Universidades como gestora de las ayudas, la propia administración, con su Directora General, Mª Cristina Valdés Rodríguez a la cabeza, se comprometió a garantizar una mayor agilidad en las convocatorias venideras. Hoy, seguimos sin tener ni siquiera la resolución provisional de las Ayudas Predoctorales “Severo Ochoa” de 2017, y a día 28 de mayo de 2018, se ha publicado en el BOPA la convocatoria de ayudas para estancias, la cual estará activa dos meses a partir de mañana.
La mayor incongruencia de este anuncio, además del evidente retraso, es que permiten a los/as beneficiarios/as de primer año realizar una estancia de investigación -como permitieron a los/as becados/as del año pasado- sin tener siquiera la resolución provisional de 2017. Además, el anuncio de esta convocatoria llega con el curso académico terminado, obligando en muchos casos a postergar la realización de dicha estancia como pronto para el mes de septiembre, por lo tanto, ya en el curso 2018-2019. Sin haber recuperado el ritmo de una convocatoria suprimida (2015-2016), y el retraso de la convocatoria anterior (2016-2017), sumamos un nuevo retraso de 6 meses y la privación de medios para muchos/as investigadores/as, que tendrán que afrontar solos/as los gastos de unas estancias que no por ser breves dejan de ser sumamente costosas, o en su defecto, privarse de su realización. De nuevo, la investigación en Asturias queda relegada a un puesto subsidiario en la agenda política.