Javier Fernández, el jefe del ejecutivo asturiano se ha mostrado optimista y con muchas esperanzas en el empresariado asturiano durante su visita el Centro de Producción de Asturfeito en el Parque Empresarial del Principado de Asturias (PEPA) en Avilés
Durante la visita, a preguntas de los periodistas, ha mostrado su apoyo a la candidatura de Barbón a la Presidencia del Principado.
Presentación del Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST)
"El día que Asturias asaltó el cielo empezó en Avilés, cuando Asturfeito obtuvo el contrato para construir el mayor telescopio del mundo. No hace siquiera un lustro. Yo, que desde luego no estoy ante un pelotón de fusilamiento, aún recuerdo la tarde no tan lejana en la que Belarmino Feito me llevó a descubrir el telescopio. De eso hablamos en esta visita: de asaltar los cielos. Toda una proclama revolucionaria, como suena: no se trata de tomar una cárcel (La Bastilla), ni siquiera un palacio (el de Invierno), sino las mismísimas galaxias. Como estamos en un mayo que conmemora el medio siglo de la primavera de París de 1968, podemos permitirnos recurrir a este tipo de consignas, entre la poesía y la utopía. No vengo a comentar el mayo de 1968, sino la proeza tecnológica de esta empresa. Voy explicándome. Según algunas interpretaciones, la expresión “asaltar los cielos” fue acuñada por Carlos Marx en una carta que escribió a propósito de los acontecimientos de la Comuna de París de 1871. El pensador revolucionario elogiaba a los intrépidos parisinos, “prestos a asaltar el cielo”. No es la única hipótesis. Hay al menos otra que remonta el origen muchos siglos atrás, a los relatos de la mitología griega, cuando los titanes se atrevieron a guerrear contra habitantes del Olimpo; es decir, tuvieron la osadía de asaltar la morada de los dioses"... aseguró el Presidente en su intervención.
.... "Soy optimista porque, además, tengo muchas esperanzas en el empresariado asturiano. Lo subrayo. A la vista está que es una esperanza justificada, con ejemplos como el que nos reúne aquí. Por cierto que si queremos buscar otras muestras, no hace falta salir de Avilés. En esta ciudad hay una densidad industrial de primer orden, de compañías cuya potencia tecnológica y capacidad para competir en el mercado global está acreditada. Tengo que preguntarle a la alcaldesa, aquí presente, si estamos ante una nueva edad dorada para la industria avilesina. Perdón por la digresión. Prosigo con la reflexión anterior: ese empresariado moderno, sólido y preparado es uno de nuestros mejores embajadores. En buena medida, son ellos –sois vosotros, si me lo permitís- quienes más estáis haciendo para multiplicar la confianza en Asturias y para despojarnos de una vez de ese discurso lastimero que aún se hace oír de cuando en cuando. Espero, e intuyo que no me equivocaré, que el empuje empresarial será un factor esencial en la construcción de la Asturias del futuro, capaz de afrontar las mayores exigencias de competitividad y capacidad. Un objetivo al que el Gobierno del Principado, lógicamente, debe cooperar. Ciertamente, a todos nos gustaría que algunas cuestiones se despachasen con mayor rapidez, pero os aseguro que no es una cuestión de falta de voluntad, sino del ajuste del complicado reloj de la Administración, con sus resortes de burocracia. Me refiero a medidas como la inclusión de cláusulas sociales, medioambientales y éticas en la contratación pública. Este mismo mes, el Consejo de Gobierno aprobó unas instrucciones y una guía práctica que tiene por finalidad favorecer la competencia en pie de igualdad de las empresas asturianas. La consejería de Empleo, Industria y Turismo ha trabajado con tesón en estos cambios, que todos deseamos que reviertan pronto en el fomento de la actividad empresarial."