Los rojiblancos, que encadenan 10 victorias consecutivas en El Molinón, tiene que ganar y esperar una derrota del Huesca
ASTURIASDIARIO.-El pinchazo del Sporting en Zaragoza, su única derrota en las últimas trece jornadas, alejó a los rojiblancos, momentáneamente, de la segunda plaza. La igualdad en la cumbre de la clasificación es máxima, y ni el Rayo Vallecano (5 victorias consecutivas) ni el Huesca (4) muestran signos de flaqueza. El Sporting ya no depende de sí mismo para sellar el ascenso directo, pero la remontada comienza en El Molinón, y ante un débil rival, el filial del FC Barcelona, que ya tiene un pie en Segunda B (está a 6 puntos de la salvación, y quedan 12 en juego). Con las gradas a rebosar (se volverá a rozar el lleno), el equipo de Rubén Baraja solo puede ganar y esperar errores ajenos.
El uruguayo Michael Santos, que disputó la última media hora de juego ante el Zaragoza tras su lesión, volverá a la titularidad ante el Barça B, para recuperar la forma y el olfato, necesarios en la recta final de Liga. A pesar del patinazo en La Romareda, el Pipo Baraja y la afición mantienen toda la confianza en un equipo que ha sumado 28 de los últimos 33 puntos. La defensa formada por los centrales Federico Barba y Álex Pérez (apercibido de sanción), y los laterales Roberto Canella y Jordi Calavera sigue siendo una de las más férreas de Segunda, y Álex Bergantiños y Sergio Álvarez forman una de las mejores parejas de medios. Por delante, Jony es un puñal en la banda izquierda, compensado por el mallorquín Carmona en la derecha, y con Rubén García (autor del gol rojiblanco en Zaragoza) de enganche. Según la clasificación y las estadísticas, el Sporting necesitará muy poco para superar al Barcelona B, aunque el filial catalán intentará dar la sorpresa en El Molinón. Con pocos retoques (en Zaragoza también jugaron Álex López e Isma López), el técnico vallisoletano cuenta con un ‘once’ solvente, capaz de ganar a cualquiera, como ha demostrado ante los favoritos de la categoría durante los últimos meses (Valladolid, Rayo Vallecano, Huesca, Osasuna, Numancia…).
Por su parte, el Barcelona B es el peor equipo de la segunda vuelta. Sus 7 últimos partidos acabaron en derrota, y los 4 anteriores, en empate. No gana desde el 18 de febrero, y podría consumar su descenso en El Molinón. Los blaugrana son un equipo atípico en Segunda, con jugadores muy jóvenes y un juego de toque -seña de identidad de La Masía- que contrasta con la veteranía y el fútbol más directo de la mayoría de sus rivales. Los pésimos resultados le costaron el puesto al ex jugador Gerard López, que fue sustituido en abril por Francisco García, un técnico de la casa, que hasta entonces dirigía al Juvenil A. Francisco García intentó sacrificar el estilo a cambio de resultados, aprovechando la velocidad de jugadores de banda, como el costamarfileño Ballou (19 años) o José Arnáiz (23). Pero el cambio en el banquillo no ha tenido ningún resultado. El jugador más peligroso del Barça B es el medio organizador Carles Aleñá, máximo goleador con 10 tantos, y el pivote por dónde pasa todo el juego del equipo. Aleñá debutó la pasada temporada en Primera División, ante el Granada, a las órdenes de Luis Enrique, y tiene la bendición de Ernesto Valverde y el compromiso del club (en verano lo ató hasta 2020). A Aleñá se le ha quedado pequeño el filial, y más aún si cae a Segunda B, y muy probablemente, este verano saldrá cedido a otro equipo, ya que no tiene sitio en el vestuario del Nou Camp.
Doble cita en El Molinón
Mañana, los ‘mayores’. Y el domingo, los ‘guajes’ de Mareo. El filial del Sporting se medirá mañana (18:00 horas) al Arenas de Getxo en El Molinón, apurando sus opciones para proclamarse campeón de su grupo de Segunda B. El Sporting debe ganar, y esperar una derrota o un empate del actual líder, el Mirandés, que jugará a la misma hora contra el SD Gernika. Si se da la carambola, el equipo de José Alberto López, se medirá a otro campeón por una plaza en Segunda. En caso contrario, disputará la promoción. Pero para que los guajes de Mareo logren un histórico ascenso a Segunda, los mayores deben subir a Primera, para hacerles hueco en la categoría de plata.