Con el avance de la globalización, la diversificación de los medios de comunicación masiva y la necesidad siempre creciente de expandir las propias fronteras económicas para hacer frente a la vida, los servicios de traducción profesional son cada vez más solicitados. Basta pensar en el caso de un estudiante que debe traducir sus documentos y su historial académico para realizar un curso de formación en otro país, o para formar parte de un programa de intercambio, por ejemplo, y se tiene una audiencia considerable que debe satisfacer esta necesidad.
A pesar de lo claro que es, se trata de un ejemplo sencillo, pues en el ámbito empresarial –sin importar la industria a la que se pertenezca- son múltiples los actores que recurren a los servicios de una oficina de traducción – Protranslate para poder comunicarse con proveedores y clientes más allá de sus límites lingüísticos. En este caso, la importancia de obtener una traducción profesional queda más clara, pues de no ser el caso, la reputación de la empresa o la credibilidad del proyecto pueden desplomarse en un instante. Una traducción profesional debe…
Poder superar cualquier tipo de revisión por parte de un hablante nativo del idioma destino
Esto quiere decir que el traductor debe conocer en profundidad las estructuras gramaticales y la ortografía del idioma destino y estar en la capacidad de generar un texto inteligible y correcto desde el punto de vista formal. Además de saber utilizar y adaptar las expresiones y formas de hablar para no comprometer la efectividad del mensaje original.
Contemplar los elementos propios de la cultura del público destino
El idioma es un componente vivo de la cultura y, como tal, está lleno de matices, de expresiones, de referencias, metáforas y sentidos figurados que el simple conocimiento lingüístico –aunque sea perfecto- no puede abarcar. El traductor debe haber complementado su formación técnica con una inmersión cultural que le permita entender y utilizar estas referencias en su trabajo para evitar malentendidos y entregar un material comunicativo eficaz.
Poseer un nivel técnicamente adecuado
Cuando el material a traducir es de tipo técnico o comercial, es necesario que el traductor encargado tenga los conocimientos específicos de la materia para asegurar que no solo la estructura lingüística del texto resultado sea correcta, sino que el contenido del texto sea impecable y exacto de acuerdo a las necesidades del sector. Solo hay que imaginarse las consecuencias catastróficas que podría tener la traducción inadecuada de un informe médico.
Para asegurar que todos estos elementos, y cualquier otro requerimiento especial, sean satisfechos en el trabajo final, la mejor decisión es siempre referirse a una oficina de traducción especializada que cuente con profesionales experimentados en el ámbito de interés. Si se puede evitar engrosar la lista de clientes que han sufrido las consecuencias de errores garrafales en la traducción de sus materiales publicitarios, quizás por haber optado por una herramienta de traducción automática, entonces… ¿por qué no hacerlo? La traducción es un trabajo delicado y, como tal, debe ser realizado por quien esté en grado de aportarle el mayor valor.