El coordinador general, Ramón Argüelles, y el concejal de medio rural de Lena acudieron al "mayau" de La Brañuela, una de las zonas afectadas por incursiones tardías de estos animales.
El coordinador general de IU Asturias, Ramón Argüelles, alertó hoy sobre los daños que está causando el jabalí en pastos que pueden romper el equilibrio entre el medio natural y el mundo rural. El máximo responsable de IU, acudió hoy al “mayau” de La Brañuela, en Lena, donde comprobó los destrozos en las praderías realizados por estos animales que hozan en búsqueda de raíces y tubérculos. “Quizá hace tiempo esto no era un problema, pero de poco tiempo para acá, sí lo es y hay que conservar, por supuesto, las especies, y hay que mantener ese equilibrio pero también hay que ayudar a los ganaderos”, señaló Argüelles.
En cualquier caso, manteniendo el equilibrio, el coordinador apostó por unas ayudas “efectivas” y “tempranas”: “o es un equilibrio o será un mal para las especies y los ganaderos”.Junto al máximo responsable de IU, también visitó esta majada el concejal de Ganadería y Medio Rural de Lena, Jorge Fernández, que reclamó medidas que puedan paliar los efectos negativos de estas intrusiones que, actualmente, se producen de forma más tardía, amplificando los perjuicios para los ganaderos.
A su juicio, los daños del jabalí están desbordados, precisamente por ese cambio de temporalidad. “Siempre los hubo y siempre fozaron pero fozaben en otras épocas, que podía ser como septiembre u octubre, cuando el ganado bajaba y la primavera regeneraba”.La Brañuela no es el único enclave donde se pueden percibir estos problemas. Según Fernández, hay muchas hectáreas del puerto donde también se registran estas incursiones que, a su juicio, requiere acciones.
“Exigimos un control porque este terreno, en esta época, no regenera”, afirmó, al tiempo que advirtió de que puede llegarse a un punto de no retorno, con la pérdida de los pastos para las vacas, con las consiguientes pérdidas económicas.
En la foto, Jorge Fernández y Ramón Argüelles, en La Brañuela, con los “fozados” del jabalí en los pastos