Un toro en la Gran Vía

Un toro en la Gran Vía

1928. Las ovejas y vacas de muchos ganaderos madrileños pastan cotidianamente por la ribera del Manzanares, el río que serpentea al sur de la capital. Uno de los astados se escapa y decide adentrarse por el Puente de Segovia hacia el centro de la ciudad. Sembrando de heces y pánico los adoquinados más ilustres del reino. En Madrid, capital del mestizaje más castizo, no escaseaba por entonces la afición y, sin arte de magia, un torero podía aparecer de cualquier esquina y así fue. Diego Mazquiarán o el “Fortuna”,será recordado como el único torero que ha matado a ‘abrigo’ y espada un morlaco en plena Gran Vía. Fuente

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