El buen padre

El buen padre

Braulio, futuro padre primerizo, se propuso diseñar un plan educativo con el que su hijo desarrollara un estilo de pensamiento positivo y, sobre todo, eficaz para lograr el éxito en su vida.

 

Deseaba para aquel niño una visión del mundo exenta de obstáculos internos, donde él mismo no fuera un lastre para la sucesión de acontecimientos que una persona, con las ideas claras, identifica como oportunidades donde otros se ven atenazados por el miedo, heredado y de nuevo cuño (que no es más que el fruto del primero, como una maldita semilla de venenosas bayas).

 

Empezó su lista de acciones de la siguiente manera:

 

“Mi querido hijo:

  1. 1. El mundo no es ni bueno ni malo, sólo ocurre. Tú eres quien lo juzga. Júzgalo siempre en función de un buen propósito, aunque te cueste, aunque creas absurdo buscarle una justificación positiva. He aquí la prueba de fuego que separa a los iluminados de la conciencia simple de las bestias.
  2. 2. Despierta agradecido por el hecho de poder hacerlo, y acuéstate agradecido por haber vivido y esperanzado sólo de volver a ver la luz del sol mañana.
  3. 3. Vive siempre jugando a este juego, piensa imaginando como un crío. Que la madurez no te haga olvidar que sólo los niños son felices. No te deshagas, jamás, de esa parte infantil que los infelices hace tiempo que se han amputado.
  4. 4. Si quieres ser feliz primero haz feliz a otro. Sólo  con este gesto sentirás dicha.
  5. 5. Si quieres ser amado, ama tú primero. Un único sentimiento de odio a la persona más lejana de ti del mundo echará por tierra tu capacidad de amar. No te permitas estas licencias absurdas sólo por orgullo.
  6. 6. Si quieres conseguir un sueño ayuda primero a alguien a lograr el suyo. Todo nace de tierra fértil y sólo lo imposible se hace posible cuando algo que fue imposible se hizo posible y tú estuviste allí, conociendo la magia.
  7. 7. Quiéreme pero no te contamines de mí. Escúchame y haz lo que te diga hasta que seas tú quien me dé consejos para vivir plenamente y llegue a admirarte. Como si mi hijo se hubiera convertido en el mejor ejemplo para su propio padre ".

 

Cuando Braulio acabó la carta recibió una llamada de su mujer que había ido al médico: - Falsa alarma mi amor, seguiremos intentándolo - el hombre, decepcionado, guardó el manifiesto en un cajón sin pararse a pensar, por un momento, que aquellos consejos no sólo son válidos para los recién-nacidos sino, sobre todo, para los recién-muertos, aquellos que han tocado fondo y quieren volver a nacer y no saben cómo.

 

Se puede volver a nacer y, de hecho, cada día así ocurre.

 

Respóndeme: ¿Has muerto alguna vez? ¿Has vuelto a nacer alguna vez a lo largo de tu vida?

 

¡Un abrazo chic@s!

 

José Ángel Caperán

Psicólogo y coach en Gijón
jacaperan@gmail.com

Twitter @Jcaperan

C/San Melchor de Quirós nº14, 1º oficina B

Teléfono y Whatsapp: 650 105 344

1 comentario

  • # Marian SDS Responder

    07/05/2014 12:39

    Considero que he muerto y he vuelto a la vida unas cuantas veces y si el tiempo no lo impide y tengo que volver a morir intentare de nuevo renacer de mis cenizas, en eso consiste la vida y estar vivo, en no dejarse morir sin luchar o renacer si te das cuenta de que te has muerto poco a poco sin darte cuenta.

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